Manuel A. Paz y Miño
El libro comienza con la presentación de
la Corporación Universitaria Minuto de Dios UNIMINUTO, una de las instituciones
publicadoras del libro. Sigue la introducción de los editores donde dan las
razones del surgimiento de la práctica filosófica en nuestra época: carencia de
criterios, guías, orientación o diseño para las sociedades; la necesidad de
asimilar la cultura local, regional, nacional y mundial, la exigencia de una
razón crítica contra la instrumentalización del sujeto y su esclavismo
ideológico solapado, el distanciamiento social, la soledad existencial, el
declive de las religiones [sobre todo en Occidente], el surgimiento del
laicismo, el agnosticismo o el ateísmo y el sostenimiento de los interrogantes
existenciales, la ética y disciplinas afines como la filosofía del futuro con
dimensiones prácticas. (pp. 17-18).
A
continuación, los editores explican en qué consiste, para ellos, la práctica
filosófica o filosofía aplicada:
Dentro de este rótulo se encuentra un
gran grupo dispar de actividades y proyectos hermanadas por su relación con
colegas, grupos e instituciones. Además, entienden que su labor no se reduce a
los claustros universitarios, sino que, como otrora hicieran disciplinas como
la psicología, busca fuera para ofrecer sus servicios a la sociedad de forma
crítica (p. 18).
A pesar de
esta definición, las actividades derivadas no son muy homogéneas: talleres y
consultas en prisiones u hospitales, actividades y talleres con pequeños
infantes de países desarrollados, o con niños guerrilleros de países pobres;
cafés filosóficos, talleres en empresas multinacionales, ONGs o asociaciones
sin fines de lucro, consultas con gente adinerada y pobre. La actividad
filosófica puede tener metodologías también variadas: cafés filosóficos con
exposiciones previas o no, talleres con instrumentos analíticos,
fenomenológicos, hermenéuticos existenciales, experienciales o relacionados al
cuerpo; unos usan una razón instrumental y otros son contestatarios contra el
sistema. (pp. 18-19). De todo esto resulta modos distintos de las actividades
grupales e individuales: “diálogos socráticos, talleres habermasianos,
filosofía con niños, filosofía para niños, filosofía profunda, filosofía para
organizaciones, filosofía en prisiones, trabajos enfocados en el critical
thinking, etcétera”. Además, no hay consenso entre los autores para
delimitar la “auténtica práctica filosófica” y al asumir “la única razón
posible”: la argumental o del pensamiento crítico para obviar la simbólica,
experiencial, poética o corporal, etc. Es más, los practicantes de esta forma
de filosofía se identifican con las diferentes corrientes que hay (p. 19).
En
realidad, no solo no hay un criterio único para determinar exactamente tal
“auténtica práctica filosófica” sino para definir qué es filosofía práctica o
aplicada. Como ya señalamos en una de nuestras publicaciones,
alrededor del planeta encontramos ocho maneras distintas de interpretar el
concepto de filosofía práctica o aplicada y,
por ende, de utilizarlo, a saber, como: 1) ética y filosofía social o política,
2) filosofía interdisciplinaria, 3) asesoría, consejería, consultoría u
orientación filosófica, 4) enseñanza de la filosofía a los niños y jóvenes, 5)
discusión filosófica grupal extra-universitaria, 6) activismo social y
político, 7) interpretación de textos filosóficos, 8) corriente filosófica:
filosofía pragmática y filosofía de la praxis.
El libro que reseñamos trata de las maneras
3, 4 y 5 de manera amplia y con las respectivas sub variantes a nivel mundial y
hasta los años recientes. A este conjunto de prácticas filosóficas, al
realizarse, mayormente, fuera de los salones universitarios, con filósofos u
otros profesionales, sean o no catedráticos, podríamos llamarle filosofía exclaustrada pero también
divulgación o popularización filosófica ya que busca llegar al público en
general de casi todas las edades.
Entonces, aunque la manera de filosofía
aplicada o práctica (o práctica filosófica) de la que trata esta obra no es la
única que existe en el mundo de las ideas como en el concreto, es la que más
difusión y alcance ha tenido alrededor del globo en las últimas décadas
justamente por su enfoque y público objetivo.
Volvamos a la
introducción, ahí los editores afirman que, a pesar de la aproximación abierta
de su libro, hay algunas exigencias: fundamentación filosófica (histórica) de
las prácticas, que éstas deben ser intersubjetivas y que han sido reconocidas
en encuentros académicos (p. 20). Y a pesar de las críticas ignorantes y
falaces de que no es filosofía auténtica la práctica filosófica, se puede
hallar en ésta bastantes ideales y metas que los filósofos han tenido y no han
logrado a través de la historia: la preocupación por el otro, la transformación
social, privilegiar el filosofar a estudiar la historia de la filosofía, la
salida de la caverna, etc. pero que actualmente tienen gran vitalidad y
atención (p. 21).
A
continuación, los editores nos resumen muy bien el contenido de cada uno de los
9 capítulos por los 19 autores (11 latinoamericanos, 7 europeos y 1 asiático)
del libro (pp. 24-29), para finalmente afirmar que éste “pretende dar cuenta de
cómo esta disciplina está siendo cuidada por hombres y mujeres de los cuatro
costados del globo” (p. 29).
Nosotros,
en los capítulos que siguen, nos enfocaremos en su relación con el Perú, país
donde vivimos.
En el cap.
1 “Filosofía con/para niños en
el mundo”, los autores enlistan como centro e instituto de la especialidad en
el Perú a la Red de filosofía e infancia de José María Taramona (p. 53) quien
es psicólogo y quien ha (co)organizado eventos con ponentes nacionales e
internacionales, como el Curso: Experiencia de formación en filosofía e
infancia con Walter Kohan y Laura Agratti (2020) y
el 14° Encuentro filosofía e infancia "Pensar (con) el cuerpo:
cosmovisiones y realidades" (2023),
en forma presencial en donde Taramona enseña filosofía, el Colegio Jean LeBuch
de la ciudad de Lima y cuyo blog Filosofía (Entre Paréntesis)
difunde artículos
y entrevistas sobre el tema y ha realizado un conversatorio virtual para padres
de familia hace unos años.
Pero los
autores no enlistan a la filósofa Alessandra Dibós Gálvez ha escrito al
respecto y
ha organizado el Curso Taller introductorio de Filosofía con/para niños con
Eugenio Echeverría en el Colegio Pesatlozzi de Lima (2018),
donde enseña filosofía,
y un Taller de Filosofía para niños: "¿Qué ciudadano soy? ¿Qué ciudadano
quiero ser?" / “¿Qué es el Bicentenario? ¿Bicentenario de qué?"
(2019).
Y antes de
ellos, a inicios del presente siglo, el Proyecto de filosofía aplicada
(ahora llamado práctica) de la Asociación Búho Rojo, fundada por los esposos y
filósofos Carmen Zavala y José Maurtua, y otros en 1998, organizaba cursos de
verano filosofía para niños
aunque ya no lo hace actualmente. Tampoco ya hace actividades así el extinto
Café Filosófico Flor de Retama de la ciudad de Huamanga que coorganizó en la
Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga el I Encuentro de Filosofía para
Niños-FpN “Niños trabajadores de la calle” (2006),
y el descontinuado Café Acullicuy Filosófico del Centro Cultural El Pez de Oro,
promovido por el médico Marvin Cutipa, de la ciudad de Juliaca, el "I
Taller filosófico para Niños" (2011).
Cabe
agregar que hay más profesionales peruanos interesados en la filosofía para
niños, algo tan necesario como importante y que no solamente tienen
experiencias
sino incluso investigaciones.
En el cap.
2 La consultoría filosófica, las autoras tampoco mencionan al Perú. El antes
mencionado Proyecto de filosofía aplicada del Búho Rojo propuso esta actividad
y la Sociedad Peruana de Consejería Filosófica y Práctica Filosófica
(SOPECPRAFIL), fundada en el 2001 también por Zavala, Maurtua y otros, promovió
esta práctica en el país, e incluso con la participación de Lahav, Brenefier y
otros en los dos encuentros de práctica filosófica que organizaron en el 2007 y
2009 (Paz y Miño 2011, pp. 67-68). Hubo algunos más que siguieron su ejemplo y
ofrecieron los servicios de esta práctica
pero sin mayor éxito (salvo asesorías discretas y eventuales empresariales) a
diferencia del coaching que tiene no pocos ofertantes (profesionales o no) en
el país, e incluso con diplomados y certificaciones en diversas universidades.
A pesar de
eso, un ejemplo interesante y actual es el caso de Carlos Pérez, Bachiller en
Educación en la especialidad de Filosofía y Religión por la Universidad
Católica Sedes Sapientiae, con estudios en coaching, y diplomado y maestría en
prácticas filosóficas, quien ofrece “servicios de consultorías, cursos,
talleres, charlas y coaching en temas de Agilidad, Liderazgo, Habilidades
Blandas, etc., con un enfoque humanístico y filosófico”.
Pérez junto al poeta, estudiante de derecho y filosofía Eduardo Chocano y el
diseñador Christian Trujillo ofrecen consultoría y servicios a empresas a
través de Philosophia Consulting.
En el cap.
3 Talleres y Cafés Filosóficos, la autora aclara muy bien lo que son --y no
son—estos últimos haciendo una descripción de los que organiza junto a su
esposo en su local del Búho Rojo, los primeros en el país, pero omite que su
ejemplo fue imitado por otros que formaron sus propios grupos (cuatro en Lima y
dos en provincias)
siendo el Foro de la Serpiente de Oro, fundado y dirigido por el matemático
autodidacta Enrique Álvarez Vita en 2001, el único que ha sobrevivido; este
grupo no tiene un sitio propio así que sus reuniones las ha hecho en locales
prestados: un café, un restaurante, el auditorio de una cooperativa, el ambiente
de una tienda de informática, el auditorio de una casa-museo y, luego de haber
estado sin actividades presenciales durante unos años,
ahora las hace, con ponentes convocados con anticipación, cada dos jueves, en
un aula de un centro cultural universitario desde junio del 2024.
En 2015 el
Instituto Humanista Racionalista del Perú organiza, con la finalidad de hacer
conversatorios y debates, los Clubes Prometeo de Lima Sur y
de Lima Norte,
y en 2019 el de la Urbanización Santa Beatriz,
en el Cercado de Lima el cual se reactiva en el 2024 con video foros
programados mensual y mayormente por votación, con café y a veces vino, y el
apoyo de la Asamblea de los Pueblos de Lima y el Callao (APLICA).
Los
capítulos siguientes tratan sobre: la práctica filosófica en organizaciones
(cap. 4), prisiones (cap. 5), ámbitos de la salud (cap. 6), el mundo
universitario (cap. 8); la divulgación de la filosofía en los siglos xx y xxi
(cap. 7); y libros y revistas fundamentales sobre práctica filosófica (cap. 9).
En todos
ellos tampoco se menciona al Perú. Pero en lo que respecta a actividades en el
ámbito universitario, el extinto Café Filosófico Flor de Retama fue fundado en
la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH) por docentes y
estudiantes de su Escuela de Educación Secundaria, la Especialidad de Ciencias
Sociales y Filosofía en el 2006, e incluso con reconocimiento oficial,
e hizo reuniones en diversos ambientes de ahí y después en una librería, tuvo
su propia revista.
Además uno de sus principales promotores, el educador Edgar Gutiérrez Gómez
escribió la columna “Un café filosófico” en el Diario Jornada de Ayacucho, publicó como editor el
libro Un café filosófico/nada es para siempre (Huamanga, 2010) y
dirigió el programa de conversación de TV “Café filosófico” desde el 2013.
Gutiérrez dejó la UNSCH para ser docente en la Universidad Nacional Autónoma de
Huanta (UNAH) y por eso hubo cafés filosóficos en el auditorio de la
Municipalidad Provincial de Huanta y el del Escuela de Educación Superior Pedagógica
Pública José Salvador Cavero Ovalle (2019) apareciendo las tres instituciones
como organizadoras y
continúo el programa de TV del mismo nombre hasta el 2020,
otra columna en el Diario Regional Correo de Ayacucho, y publicó el libro Otro
café filosófico (Huanta: Universidad Nacional Autónoma de Huanta y
Huamanga: Universidad de Ayacucho Federico Froebel, 2019, 153 págs; Fondo
Editorial UNAH, 2022 ed. Digital, 192 págs.) que es una compilación de sus
artículos sobre diversas reflexiones publicadas en esos diarios y,
evidentemente no es un café filosófico propiamente dicho.
Además los
dos eventos ya mencionados, el I Encuentro Internacional de Práctica Filosófica
de 2007 y
el II de 2009, organizados por la SOPECPRAFIL y el Instituto de Investigaciones
del Pensamiento Peruano y Latinoamericano (IIPPLA) de la Facultad de Letras y
Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de
Lima, fueron realizados en el auditorio principal de tal facultad.
Por otro
lado, el cap. 7, escrito por tres coautores: dos mexicanos y un peruano, omite
libros de divulgación filosófica, para el público en general, escolares o
universitarios, publicados en nuestro país incluso desde hace buen tiempo, como
los de César Augusto Guardia Mayorga Filosofía,
ciencia y religión: problemas sociales y humanos. (Lima: Ediciones Los
Andes, 1970, 295 págs.), José F. W. Lora Cam Filosofía - Anti-Mítológica, Anti-Teológica, Anti-Hermenéutica.
(Lima: Juan Gutemberg, 1986 1ª. ed., 2013, 10ª. reimpr., 384 págs.) que se formaron
y enseñaron en la misma institución donde el coautor peruano estudió y enseña
actualmente, la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), Juan
Huamaní Córdova Introducción a la filosofía (Ica: Editorial Halcón,
1991, 244 págs.), Edgar Gutiérrez Gómez Filosofía
(Huamanga: UNSCH, 2012, 189 págs.) y las obras de colegas limeños como Augusto
Salazar Bondy Introducción a la Filosofía
(Lima: Universo, 1973, 277 págs.), Francisco Miró Quesada Cantuarias Para iniciarse en la filosofía (Lima: Universidad
de Lima, 1981, 188 págs.) y del que escribe esta reseña Logos: Los grandes interrogantes del hombre. Una introducción a la
filosofía (Lima: AERPFA,
1999, 142 págs.) o ¿Qué debemos hacer?
Ética aplicada a dilemas de la sociedad y la naturaleza (Lima: Ediciones de
Filosofía Aplicada, 2022, 190 págs.), cuya manuscrito digital se presentó en el
XVIII Congreso Nacional de Filosofía en la UNSA).
También los
autores del capítulo 7 omiten la existencia de una diversidad de manuales de
filosofía
publicados por academias y editoriales para los miles de jóvenes que están
terminando o ya terminaron sus estudios secundarios y que necesitan prepararse
para rendir los exámenes de admisión a las universidades peruanas que incluyen
preguntas sobre esa materia. Tampoco mencionan a los canales de Youtube de
academias pre universitarias peruanas
donde miles de tales jóvenes han asistido libremente, y lo hacen aún, a clases
virtuales de introducción a la filosofía.
Y además
pasan por alto a los canales especializados: Práctica filosófica, con videos de
cafés filosóficos, consultorías filosóficas, filosofía con escolares, retiros
filosóficos y el programa Filosofía al Día (2009-2011)
que condujeron Zavala, Maurtua y otros, y Filosofía Aplicada TV (2012-)
con grabaciones de charlas, seminarios, debates, entrevistas, cortos, etc.
En
definitiva, hay muchas maneras de difundir y divulgar el tipo de filosofía
práctica o aplicada que presenta el libro que reseñamos dentro y fuera de los
ámbitos académicos que podrían o no ser llamadas o catalogadas como consejería
filosófica (profesional o gratuita), café o foro filosófico (con o sin esta
bebida, u otra como el té, la cerveza o el vino), o filosofía para niños y
adolescentes.
Y, sin
duda, los filósofos profesionales, catedráticos o no, podrían brindar muy bien
sus servicios a estos enseñándoles a pensar reflexiva, crítica y éticamente,
tanto a infantes, jóvenes y adultos, que requieran una guía (secular) para sus
vidas, que desean replantearlas antes de recobrar su libertad, si es que la
perdieron, o que busquen afrontar racionalmente el sufrimiento ante una
enfermedad incurable o la misma muerte inevitable ya por venir. Así que tienen
un gran potencial campo de acción y trabajo fuera de las universidades.