lunes, 9 de agosto de 2021

PERÚ: DOS VISIONES DE LA HISTORIA Y DEL FUTURO

(Foto tomada de ElColombiano.com)

Luis Enrique Alvizuri, publicista y comunicador independiente

Correo-e: luisalvizuri@yahoo.com

Resumen:

La realidad jamás es estática, tanto en su aspecto físico como mental. Nada más cambiante que la historia humana, y esta actúa en base a dos fuerzas elementales: la conservadora, que se resiste a cualquier cambio, y la reformista, que pretende modificarlo todo. Esta pugna universal se refleja en el discurso de la historia que se tiene en el Perú.  

Palabras clave: Cambio, historia, Perú, crisis. 


PERU: TWO VISIONS OF HISTORY AND THE FUTURE

Abstract:


Reality is never static, both physically and mentally. Nothing is more changeable than human history, and it operates on the basis of two elemental forces: the conservative, which resists any change, and the reformist, which seeks to modify everything. This universal struggle is reflected in the discourse of history that exists in Peru.


Keywords: Change, history, Peru, crisis.



Nunca como ahora es más palpable lo que en sicología se conoce como "resistencia al cambio", que ocurre cuando los acontecimientos empiezan a modificar las relaciones de preferencia y favoritismo en toda sociedad. La clase alta peruana tradicional, que viene desde la Colonia, siente que la historia ya no está a su favor. Pero no solo es el Perú el que está sufriendo cambios sustanciales en su ideología y perspectivas sino que esto proviene de los grandes cambios que se vienen dando en todo el planeta. 

 

Los cambios

Estos cambios no solo se producen en el espíritu de los pueblos (que siempre es algo variable) sino incluso en las condiciones planetarias que empiezan por los climáticos y geodésicos. La historia de la Tierra es un proceso, lo cual implica que nada es estático, que nada de lo que creemos y vivimos dura para siempre. Y quienes más sufren estos cambios son aquellos que suelen encontrarse en la punta de la pirámide social, las clases altas y privilegiadas que se resisten, se oponen y luchan contra todo lo que altere el estatus que las mantienen donde están. 

 

En el Perú 

Es obvio que en el Perú dichos cambios ya no son solo de intención, de queja, de reclamos o protestas: ahora tienen la fuerza suficiente para, incluso, ser una mayoría democrática y vencer a los siempre poderosos que manipulan y orientan las elecciones a su favor. La gente pudo haber optado por posiciones más "moderadas" eligiendo a criollos más cercanos racial y culturalmente al "Perú profundo", pero es obvio que no estamos en tiempos de "moderación" sino de modificación profunda de estructuras. 

 

Hacia el radicalismo 

La pandemia ha hecho que las manifestaciones sociales, que normalmente eran progresivas y por etapas, se conviertan en urgencias y radicalismos. La humanidad entera, por donde lo miremos, se encamina hacia un extremismo social y político donde las dos fuerzas en pugna, los reformistas y los conservadores, se atrincherarán cada uno en su lado: el socialismo y el capitalismo. Lo que suceda en EE.UU., cuando Trump o alguien similar regrese con más ímpetu, es lo mismo que va les va a ocurrir a todos los países, desarrollados primero y subdesarrollados después. Las viejas clases altas ricas sentirán (y ya sienten) que el piso se les va a mover, mientras que las masas exigirán una "revolución" integral que vaya más allá del capitalismo y de la sociedad de mercado. 

 

Desilusión galopante 

Y es que el capitalismo y la sociedad de mercado se encuentran en el punto más álgido de la crítica filosófica y social. De ser una esperanza se han convertido en un callejón sin salida donde la utopía de que "todos alcanzaráel bienestar y la prosperidad" se ve cada vez más irreal, más imposible; algo solo para algunos, para los más fuertes y preparados. Si bien todas las sociedades cuentan con grupos muy capaces e inteligentes, que son quienes realmente "triunfan" dentro de las reglas del sistema, lo cierto es que las grandes mayorías saben que están condenadas al fracaso o a ser para siempre los "sirvientes" de las minorías más pudientes y preparadas. 

 

Fin de ciclo  

Y esto no solo proviene desde la prospectiva que actualmente hacen la politología y la geopolítica sino incluso de la tan negada y burlada astrología (nunca desaparecida de la historia de la humanidad) que, en sus versiones más serias, anuncia la llegada de "un nuevo ciclo" y la finalización de aquel que hasta hace poco hemos vivido. Las pandemias no se irán, sino que han llegado para quedarse y expandirse, mientras que los más poderosos empiezan a inventar futuros posibles donde sean ellos los sobrevivientes, llegando incluso hasta planificar opciones que hablan de eugenesia.  

 

La historia como discurso 

En el caso del Perú, donde se empiezan a vivir cambios más agudos que los anteriores vividos en su historia republicana, el conflicto se viene manifestando, no solo entre las personas que tienen el poder, sino en otros aspectos que ni la prensa ni los "analistas" son capaces de ver hasta ahora por estar demasiado involucrados en la problemática (es decir, porque al tomar partido por su clase social están impedidos de analizar con objetividad los sucesos). Uno de los más importantes es el concepto de historia. ¿Qué es la historia? Contrariamente a lo que creemos no es "la verdad sobre lo que pasó" sino una interpretación que hace el presente del pasado, o sea, una lectura o un discurso que "explica y justifica por qué las cosas son como son y por qué estas están bien y son políticamente correctas". 

 

La historia oficial peruana 

En el Perú tenemos dos historias: la occidental y la andina. La primera, la oficial, la escrita por los blancos herederos de los europeos españoles (de la Conquista) y de la segunda oleada de migrantes durante la República, define al Perú como "una sociedad occidental en tierras americanas" y en ella se describe cómo se viene desarrollando estlucha por implantar la cultura occidental dentro de una que le es ajena (o sea, la andina milenaria). Esto explica por qué los blancos occidentalizados y sus seguidores (los cholos occidentalizados) interpretan que toda presencia o ingreso de "lo andino" dentro de la cultura “oficial” peruana significa un "retroceso", un "ir hacia atrás" en el transcurso de la occidentalización, vistcomo un sinónimo de "desarrollo". 

 

Las redes y el discurso oficial 

Y es que, en el Perú oficial, como sucede en muchas ex colonias del mundoel desarrollo no es otra cosa que la simple "occidentalización" y su contrario es la "nativización", o sea, el recurrir a las raíces pre occidentales para aplicarlas a la vida contemporánea. Ser más "occidentales" en países como el Perú es lo mismo que "progresar", mientras que ser más nativos o más andinos" es ir hacia el atraso, la ignorancia y la decadencia. Esta forma de ver la historia es la que podemos contemplar en estos momentos en los discursos de la clase dominante, pero no en la desprestigiada prensa, sino en espacios como Twitter, Facebook y WhatsApp que es por donde mejor se expresan. Es en dichos medios en los que el discurso "oficial" occidentalista de la historia se hace patente con mucho mayor claridad. 

 

Dos visiones de la historia 

Se podría resumir todo esto diciendo que la visión occidental, propia de la clase alta peruana, es aquella que dice que la historia es un proceso que marcha "de atrás hacia adelante", donde "el pasado" significa el atraso y el futuro el "progreso" o una supuesta "vida mejor". El problema con este discurso es que dicha "vida mejor" que promete un mañana desarrollista es cada vez más inalcanzable para las clases desfavorecidas; más aúnestas son conscientes que no es para ellos, que se trata de un discurso que es solo para los que más pueden, para los que, darwinistamente hablando, "tienen más capacidades y virtudes". Los niños, los enfermos, los débiles, las mujeres y las "culturas menores" jamás van a estar en condiciones de competir con los "súper atletas" o machos alfa de la sociedad de mercadoEl capitalismo está hecho únicamente para premiar a los mejores, a quienes logran "lo imposible", pero no es para todos los demás, para las grandes mayorías, incluidos en ellas los animales y la naturaleza en pleno. 

 

El superhombre 

Nos encontramos entonces ante la filosofía nietzscheana del "superhombre", donde la vida es una lucha por la supervivencia, una escalera que hay que ascender y que quien no lo pueda hacer estará condenado a desaparecer. Pero esta sociedad que elimina a todo aquel que no sea "el mejores la que está produciendo serias alteraciones de diverso tipo, no solo en las gentes, sino en la propia naturaleza. Las selvas de todo el planeta, que no se pueden defender ante el avance de la tecnología humana, empiezan a desaparecer, lo mismo que numerosas especies que no participan de esa visión "heroica" de "un hombre superior" que el capitalismo propone. 

 

La otra visión de la historia 

Sin embargo, esta visión de la historia del atrás hacia adelante" no es la única posible. Existe otra que se expresa en términos de adentro y afuera" donde la vida sana y completa (que vale para todos y no solo para "los mejores") hay que buscarla "dentro" de las sociedades, al interior de las culturas originarias y donde "el pasado" no significa atraso sino completitud, plenitud, enriquecimiento, como cuando reflexionamos sobre nosotros mismos para ver quiénes somos y con qué recursos contamos. Este modelo de historia es el que hoy se sigue en países como China, para quien su cultura ancestral, a diferencia de cómo lo entiende la visión oficial peruana, no es un "mirar hacia atrás" sino un "mirar hacia adentro", hacia los valores y fortalezas propios que hay en el ADN de cada cultura. 

 

Conservadurismo radical 

Estas son las dos interpretaciones de la historia que hoy se enfrentan principalmente en las redes, esta disputa es tan grande que se ha convertido en una guerra frontal y despiadada. Las clases privilegiadas del país y sus admiradores apelan a la visión "atrás-adelante" u occidentalista de la historia para insistir, una vez más, en la idea de que desarrollar al Perú "es occidentalizarlo", donde occidentalizar significa acudir a quienes mejor representan a Occidente, o sea, al grupo exclusivo de blancos-nacionalizados-en-los-países-de-sus-ancestros (Italia, Gran Bretaña, Francia, EEUU, etc.) que ejercen el dominio en los países subdesarrollados. El ver que una gran parte de la población esté rechazando este discurso (que dice que "solo siendo occidentales se progresa") les hace perder los papeles a quienes se consideraban "moderados" y que se han transformado ahora en los más feroces y ultra radicales conservadores de derecha (aquellos que se niegan a aceptar los cambios de la historia). 

 

Nace otro Perú 

Ahora bien ¿son irreversibles estos cambios? Yo creo que sí, pero no porque lo desee (todo analista debe ubicarse siempre al margen de sus gustos e intereses) sino porque así lo indica la esencia de los propios cambios. Ya nada hará que regresemos al Perú de antes, al de los terratenientes o al de los "patrones"; al de los miraflorinos o al de los niños de La Molina que imaginan que el Perú debe ser "una copia fiel de Suiza o de EEUU". El jarrón ya se ha roto y nada hará cambiar la idea de que el Perú debe ser un país de cholos para los cholos" y que ya no hace falta ser "un blanco" o "de Harvard" para dirigirlo y orientarlo. Dicen los racistas que cuando un cholo tiene poder es de temer, y eso es lo que está haciendo temblar y palidecer hoy a todos los que creían que jamás se alteraría la relación patrónblanco-cholosirvientePor supuesto que la transformación nse dará inmediatamente, pero poco a poco nos iremos dando cuenta que ese Perú que dependía de una clase social alta occidentalizada para ser gobernado ya no existe más. Ahora el país sí puede ser propiedad de sus mayorías, y esto es lo que hará que nuestro futuro cambie. Quienes antes se sentían "superiores e indispensables" ya no estarán másaunque se resistirán a aceptarlo y combatirán hasta la muerte por tratar que esto no se produzca. 

 

 

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