martes, 1 de junio de 2021

Reseña del libro por Diógenes Rosales Papa:

La Argumentación, Lógica del pensamiento natural. Lima: Fondo Editorial de la Universidad Ricardo Palma, 2020, pp. 332.

Por Manuel Paz y Miño, Director de la Revista Peruana de Filosofía Aplicada (RPFA)


El autor es Licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde fue Docente Asociado Ordinario, y actualmente enseña en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Ricardo Palma.

Ha publicado nueve libros, entre ellos, Lógica proposicional (Lima: Tercer Mundo, 1976), y otra con título casi igual al que estamos reseñando Lógica: La argumentación como lógica del pensamiento natural (Lima: Textos EUDED, Universidad Nacional Federico  Villarreal, 2000).


El presente texto, justamente nos dice el prólogo por el autor, se basa en obras anteriores o, mejor dicho, las amplía, y su título se debe a que trata la lógica en dos sentidos: en el del lenguaje natural, coloquial y científico correspondiente a la lógica no formal, y en el de la argumentación de la lógica formal (p. 13). Pero consideramos que precisamente por eso le faltó agregar al título “y formal”.

La obra contiene 11 capítulos, los 5 primeros tratan sobre el lenguaje, la argumentación y las falacias, para “mostrar la práctica apropiada del manejo del lenguaje, y el desarrollo de la argumentación y en el lenguaje natural”; los del 6 al 8 de la lógica proposicional, sobre la implicación y equivalencia, los principios, las leyes, las reglas lógicas y las demostraciones por deducción natural;  y del 9 al 11 de lógica de predicados monádicos (p. 13-14). Todo lo cual evidencia lo completa que es esta obra introductoria a la lógica.

En la presentación, por el profesor Sandro D’onofrio, se afirma que gracias al libro el estudiante se prepara

…para la resolución de los problemas analíticos, y entrenando su mente en una nueva capacidad intelectual que, lamentablemente, hoy ya no se encuentra en la educación básica y, muchas veces, ni en la superior (p. 19).

En el capítulo I, ¿Qué es la lógica?, se nos dice, entre otras cosas, que “el objeto de la lógica es tratar sobre la corrección de argumentos, inferencias o razonamientos” (p. 22).

El capítulo II, Lógica y Lenguaje, entre diversos temas, menciona las funciones informativa, expresiva y directiva del lenguaje, incluyendo esta última las preguntas “dado que, en general, la función directiva del lenguaje genera o detiene una acción” (pp. 25-26). Quizá eso es cierto en oraciones como ¿Me podrías ayudar? pero no en ¿Qué hora es?

El capítulo III habla de: el lenguaje objeto o en uso, esto es, trata de un objeto específico material o mental (ej. El gato es un animal mamífero, Siete es un número primo); el metalenguaje o el lenguaje que se menciona “cuando  las expresiones se refieren a sí mismas o a los términos de otro lenguaje” (ej. Sócrates dijo ‘solo sé que nada sé', ‘Siete’ es bisílabo) (p. 41); y la paradoja, “proposición en apariencia falsa y verdadera a la vez” (ej. Epiménides el cretense dice todos los cretenses son mentirosos) (pp. 49-51).

El capítulo IV, trata de la argumentación que “es cuestionar, refutar, aclarar, o explicar una tesis a favor o en contra de alguien o algo” (p. 55), no solo “para informar en torno a los hechos o acciones que ocurren en la realidad” sin dar razones de ello, y simplemente transmitiendo conocimiento (p. 56); los argumentos deductivos, que pueden ser válidos o no, y los argumentos inductivos o probables (p. 68).

La argumentación en el lenguaje coloquial no tiene orden formal a diferencia de la que se usa en la investigación científica (p. 73).

El capítulo V trata de la falacia, que es un argumento con “una conclusión fallida [no necesariamente falsa] en un razonamiento aparentemente correcto” (p. 77), las falacias formales que violan las reglas lógicas (pp. 82-87), las falacias informales “que tienen carga emotiva, que persuaden con cierta facilidad al interlocutor…son argumentos engañosos” (p. 88-94).

El capítulo VI es sobre lógica proposicional que trata de las relaciones entre las proposiciones a través de conectores o términos de enlace (no, y, o, si…entonces, si y solo si) (p. 99), su sintaxis (símbolos primitivos, metavariables, reglas de información, fórmulas, jerarquía de los operadores, etc.) (pp. 100-105), su semántica  que interpreta las fórmulas como verdaderas o falsas (pp. 106-130), y sus diagramas (pp. 131-136), y la representación simbólica de las proposiciones (conjunción, disyunción, condicional, bicondicional, negación) (pp. 137-144).

El capítulo VII nos habla de los principios lógicos (identidad, no contradicción, tercio excluido) (pp. 147-150), las leyes lógicas (modus ponendo pones, distribución del conjuntivo al disyuntivo) con sus respectivas reglas lógicas (pp. 151-153), la condicional y la implicación (pp. 154-164), la bicondicional y la equivalencia (pp. 165-174).

El capítulo VIII es sobre las reglas de inferencia: implicaciones y equivalencias notables (pp. 184-195), y las tres pruebas para las demostraciones: la directa, la condicional y la indirecta o por reducción al absurdo (pp. 196-210).

El capítulo IX es acerca de la lógica cuantificacional (LC), que estudia predicados, cuantificadores, nombres e individuos indefinidos (pp. 213-215), su sintaxis (pp. 215-220), su semántica (pp. 225-228), universos finitos e infinitos (pp. 228-230), y diagramas semánticos en LC (pp. 230-241).

El capítulo X nos habla de las cuatro proposiciones categóricas típicas aristotélicas (universales afirmativa y negativa, y particulares afirmativa y negativa) en la LC.

El capítulo XI trata de la deducción natural en LC, sus reglas de inferencia (pp. 277-283) y otras (pp. 283-289), y las pruebas directa, condicional y por reducción al absurdo (pp. 290-304).

Los 11 capítulos contienen sus respectivos ejercicios pero lamentablemente sin solucionarios al final del libro los cuales dan certeza a sus usuarios, tanto a docentes como a alumnos.

El libro agrega un anexo sobre la historia de la lógica desde Aristóteles a Russell (pp. 307-311) y la lógica en el Perú con su introducción por Francisco Miro Quesada Cantuarias en la UNMSM, los aportes de su sucesor Juan Bautista Ferro con el Método Ferro-Herbrand, “el cual reduce cualquier fórmula de la lógica cuantificacional de primer grado a una forma normal”, Walter Redmond y el mismo Diógenes Rosales docentes, en esa universidad y en la PUCP. Destacan también en ésta, José Carlos Cifuentes y Óscar Trelles Montero, además de los docentes sanmarquinos Luis Piscoya y Marino Llanos, todos ellos con investigaciones y publicaciones sobre la especialidad. Se menciona finalmente a un par de autores más de libros de lógica: Bernardo Rea y Enrique Dóriga.

Finalmente hay una bibliografía con un índice de nombres.

Ignoramos por qué el profesor Rosales no menciona en este anexo el libro Lecciones de lógica por Demetrio Palomino Becerra (Lima: 5. ed., 2004), que enseñó en la Universidad Nacional de Educación, ni la Introducción a la lógica de Alejandro Chávez Noriega (Lima: Imprenta Chávez, 2000), Óscar García Zárate (Lima: Fondo Editorial de la UNMSM, 2003) y Roberto Katayama (Lima: Universidad Ricardo Palma, 2003), docentes de la San Marcos, ni la Introducción a la lógica simbólica (Arequipa, 2008, 2da. edición, 2014) de Luis Salluca, y Fundamentos de la lógica (Cusco: EcoPrint, 2016) de Pedro  Casillas, profesores de la San Agustín.



Siendo un libro publicado por una editorial como la de la Universidad Ricardo Palma (URP), donde se han publicado obras de autores e investigadores nacionales ya consagrados y reconocidos, nos llama mucho la atención el descuido con que ha sido editado. Ya desde la carátula empezamos a ver eso: ahí aparece el logo del 50avo. aniversario de la URP, que fue en el 2019, pero el libro que reseñamos fue publicado en el 2020. Y hemos encontrado también la siguiente fe de erratas:

-“Entre oros textos” en vez de “Entre otros textos” en los créditos del Lic. Rosales que aparecen en la solapa de la carátula.

-“Asumo cualquier error que aparece aquí” por “Asumo cualquier error que aparezca aquí”, nos dice el autor luego de agradecer a sus dos (¡!) correctoras de estilo, p. 15.

-“Ddiógenes Rosales” por “Diógenes Rosales”, p. 18.

-“AsimismoEn ese sentido” por “Asimismo en ese sentido”, p. 307.

-“Además, lía inferencia” por “Además, la inferencia”, p. 307.

-“A su vez, dDentro” por “A su vez, dentro”, p. 308.

-“Principia Matemática” por “Principia Matematica”, p. 311.

-“Como es visible, n uestro…” por “Como es visible, nuestro…”, p. 312.

-“al respctode de la” por “al respecto de la”, p. 312.

-”Revista latinoamericano de filosofía” por ”Revista Latinoamericana de Filosofía”, p. 312.

-“que ha ser” por “que ha de ser”, p. 313.

-“Elementa Philosophiae” por “Elementa Philosophiae”, p. 313.

-“S. XVIII ,” por “S. XVIII,”, p. 313.

-“Victo así” por “Visto así”, p. 314.

-“cuantificacionales .” por “cuantificacionales.”, p. 314.

-“(en portuguez)” por “(en portugués)”, p. 314, nota 263.

En definitiva, este maltrato innecesario y evitable hacia una importante obra de iniciación en la lógica como la del profesor Rosales, no debería repetirse en otras por publicar por una institución con más de medio siglo de existencia como la URP. Bastaría para eso contratar a correctores profesionales experimentados y no solo tener un editor en planilla.

Auguramos y deseamos futuras mejores ediciones al Fondo Editorial de la Universidad Ricardo Palma.



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