Pensamiento eco-filosófico. Huanta: Fondo Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de Huanta, 2020, 131 pp.
Por Manuel Abraham Paz y Miño
Auccatoma es profesor de la Universidad Nacional Autónoma de Huanta, Maestro en Docencia Universitaria, Licenciado en Educación Secundaria, Especialidad Ciencias Sociales y Filosofía con mención en Turismo, y Bachiller en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH).
Su libro empieza con un prólogo por el Dr. Adolfo Quispe Arroyo, docente de filosofía de la UNSCH, quien nos habla de los intereses filosóficos del autor:
Tengo una sospecha filosófica del autor y su concepción del mundo, evidencio que va marchando de su vida rebelde y radical (marxista) a contemplaciones existencialistas y anárquicas (p. 11).
Sigue una introducción por el autor donde nos explica que:
…la eco-filosofía como disciplina intenta promover el humanismo y, por ende, el respeto de toda vida; aunque resulte utópico que, a través del amor a la humanidad, se pretenda descentralizar el antropocentrismo (p. 13).
También nos manifiesta que:
La filosofía nos lleva a cuestionar todo, pensar desde nuestra propia subjetividad y no aceptar las grandes mentiras del poder, el periódico, televisión e internet; mientras la fe solo cree. Busquemos nuestra propia verdad con el esfuerzo que la filosofía requiere; busquémosla también en la música, poesía, novela, pintura, cine y en toda la cultura de la humanidad, para no ser chanta (p. 14).
Y además afirma que
…la filosofía nos invita a pensar, reflexionar y criticar los sistemas de poder instaurados para la dominación subjetiva del hombre, cuya liberación dependerá de su conciencia crítica y su esfuerzo por conocer las tramas de la historia (pp. 14-15).
Luego están los 43 artículos publicados originalmente en el periódico digital unahALDÍA, editado por la Universidad Nacional Autónoma de Huanta, entre el 10 de abril de 2020 y el 31 de marzo de 2021.
Entre ellos, hay 6 artículos con la palabra muerte, muerto o morir en el título, 6 con el nombre de un filósofo o su filosofía, 5 con covid 19 o coronavirus, 4 con Dios, 3 con naturaleza, 2 con ecofeminismo, y 1 con ecología.
Seguidamente mencionaremos los párrafos que más han llamado nuestra atención.
En el primer artículo “Decir: aún no a la muerte” empieza afirmando algo inevitable:
El hombre ha nacido para morir: esta verdad es rechazada, pero a la vez asumida en nuestra etapa de vida. Primero, nos afirmamos inmortales y vemos a la muerte como un suceso muy lejano, viendo a los otros morir; después, asumimos nuestra finitud, es decir, nuestro tiempo se termina o la venganza del dios Cronos nos está devorando (p. 16).
El segundo artículo “Capitalismo y coronavirus” empieza recordándonos que:
El capitalismo inicia la globalización del mundo desde 1492, año en que Colón llega a América, para saquear todas las riquezas de los pueblos originarios y llevárselas a Europa, es decir, el capital no se hizo con ahorro, sino a través de lodo y sangre (p. 18).
Y opta idealistamente por una sociedad de bienestar:
debemos optar por una conciencia crítica que nos lleve a luchar por un Estado responsable de la salud y educación de sus ciudadanos, proporcionando un trabajo digno y un sueldo justo. Esta es nuestra tarea si amamos la humanidad (p. 19).
En “Coronavirus, ¿salvar bancos o vidas?” nos habla de la división histórica de la sociedad:
…que de todas las interpretaciones posibles la más imperante del mundo de hoy es la dialéctica del amo y del esclavo, filosofado por Hegel en Fenomenología del espíritu, donde se manifiesta que, en la historia, siempre han existido los que tienen capital y los que han sido sometidos por el capital, es decir, los poseedores y los desposeídos (p. 20).
Asimismo menciona la mentalidad de los oprimidos manipulada por sus opresores:
Muchos esclavos pregonan la ideología y valores de los amos, como si fuera pensamiento propio; es decir, no han entendido que el poder se beneficia sujetando la subjetividad, tal como anticipó Michel Foucault (p. 21).
Y se conmueve porque
…cada persona que muere desconcierta a la humanidad (p. ídem).
En “El silencio de Dios” concluye el artículo de modo frustrante:
¿Dónde está Dios mientras el coronavirus ataca a la humanidad? (p. 24).
En “Morir por Covid-19” dice sin ambages sobre el proceso de la muerte:
…es necesario morir para que otros vivan y así permanente se transforma la materia (p. 26).
En “La gente opina del Covid-19” acaba diciendo algo crudamente realista:
La gente aún no sabe que necesita ser atendida por los profesionales especializados en hospitales bien equipados (p. 32).
En “Cantando bajo la lluvia” dice de modo optimista:
En fin, a pesar de todo, podemos vivir cantando y bailando bajo la lluvia, la cual representa el sufrimiento humano, pues persiste en nosotros la chispa de felicidad, que hace que podamos enfrentar con un buen humor a la vida (p. 34).
En “La esencia precede a la existencia” afirma críticamente
…los niños ricos con su existencia se incorporan al mundo con la mayor libertad, tienen muchas posibilidades como estudios en colegios privados y su futuro es visible, incluso no sufren el hambre ni la falta de educación (p. 35).
Y en contraposición:
…el niño pobre nace con el hambre que afecta a su órgano pensante y su educación es muy limitada por más que los docentes se esfuercen en prepararlo para su futuro. Por tanto, la mayoría de los niños están condenados a ser nadie, ya que su destino está decidido por su hambre y no será arquitecto de su destino. Nació pobre y morirá pobre. Su futuro está asegurado al fracaso. Su destino está limitado a la sobrevivencia (p. 36).
En “La bandera izada al revés” escribe sobre los distintos y los enemigos:
…seamos osados para explicar la lógica del inhumano o monstruo, percibiendo, según Peirce, al hombre como símbolo. De allí, se puede concluir que el monstruo mata porque ve a los Otros como enemigos, ya que se diferencian en raza, religión, ideología, política, etc., es decir, mata al hombre creyendo que es símbolo. Ante esta concepción equivocada, lo único que podría cambiar el pensamiento del ser humano es la educación, cuyo rol es fomentar la lógica de que el hombre es hombre (p. 38).
En “Todos ante el peligro” cuestiona el consuelo de la religión:
El mal de hoy es el Covid-19 ...Ante esta situación, el pueblo se horroriza y niega a la víctima, afirmando: “Gracias a Dios estamos sanos y salvos”, explicando con su fe que solo las personas diabólicas están muriendo; esto ocurre, tal vez, porque el poder nos formó con sus entretenimientos donde se muestra que mueren solo los malvados (p. 40).
Y casi al final menciona la solución social:
…es urgente educar a los hombres con libertad para poder construir una sociedad tolerante y solidaria, aunque nunca vamos a conocer al otro cien por ciento, pues si llegáramos a conocerlo seríamos el otro; así el no comprender nada al otro nos hará ver como enemigos (id.).
En “La queja de los hombres” reclama a Dios:
Usted teniendo el poder absoluto, así lo dicen sus abogados en la Tierra, ¿por qué no evitó Auschwitz?, ¿por qué no impidió Hiroshima y Nagasaki?
En fin, la queja de los hombres abunda, actualmente; por ello, los que hemos perdido nuestros padres diríamos ¿Dónde estabas Dios cuando mataron a mi padre? (p. 42).
En “La cultura de la razón” denuncia nuevamente:
… cuando [los europeos] invadieron a las culturas aborígenes del nuevo mundo trataron de exterminarlas, pues las consideraron sin razón o sin alma; es decir, los indios eran calificados como bárbaros sin historia que los fundamentase; por eso fue imposible que ellos entablaran el diálogo horizontal, pues los veían como infantes cuyo fundamento racional no los igualaba (p. 49).
También recomienda
… nosotros debemos descubrirnos en el Otro, aprender desde él y reconocer que gracias al Otro soy, es la esencia de la vida (p. 50).
Y finaliza sobre la necesidad de una nación diversa:
Aunque nos nieguen la racionalidad, debemos afirmarnos porque somos hermanos y que el otro nos haga descubrir cómo es, solo así podremos identificar qué responsabilidad tenemos para con él, qué nos concierne, ya que entablar una amistad con los otros es empezar a construir nuestra nación, desde la diversidad (p. 51).
En “Dos caminos: esclavitud e incertidumbre”, nos desengaña:
…ya todo está planificado por los poderosos del mundo, para ser consumistas, estos nos hacen creer que somos libres, dueños de nuestra vida y con conciencia propia, pero ni las decisiones son nuestras (p. 52).
Nos desvela también que
…somos esclavos posmodernos porque repetimos todo lo que dice el poder y lo peor es que afirman fervorosamente de haber comprendido a Marx y a otros pensadores en cinco minutos por medio de vídeos de YouTube (pp. 52-3).
Recuenta a nuestros opresores históricos:
Por otro lado, los dueños del Perú, en la colonia, nos dominaban con armas de fuego y la biblia; en la república, los ingleses nos esclavizaron con empréstitos y engaño; hoy, los americanos nos oprimen a través de los medios de comunicación y las imágenes (p. 53).
Y reclama a sus lectores:
…[hay que] atreverse a leer los libros originales de cada autor, la verdad no está en la televisión ni el internet; por ello, es necesario opinar desde nuestra conciencia crítica, también es necesario conocer para transformar (p. 54).
En “La subjetividad moderna”, Auccatoma menciona el cambio del centro del pensamiento occidental:
El gran salto del teocentrismo (Dios es el centro de todo) medieval al antropocentrismo (el hombre es el centro de todo) moderno es un acto de soberbia del hombre moderno, el cual es rebelde porque desacraliza y escupe a todo lo sagrado (p. 55).
Además señala la aparición del yo moderno:
En el mundo feudal el fundamento es Dios, con Descartes la certeza está en cada uno de los sujetos que habitan el mundo, ese fundamento es el “Yo”; es decir, cada hombre tiene su pensamiento autónomo con el cual busca la verdad, así puede cuestionar todo con la duda, incluso la autoridad divina y la fe (p. 56).
E indica la supuesta superioridad antropocéntrica sobre lo natural:
Entonces, el hombre es el dueño y señor de sí mismo, de la naturaleza, de la historia. Con su subjetividad domina y arrasa la naturaleza, no hay Dios quien lo detenga porque está fuera de la centralidad y ahí lo puso Descartes (ídem).
En “La muerte de Dios” termina diciendo cuestionadoramente:
En fin, la voluntad de poder la tienen los amos del mundo, con su moral de señores; ellos crean todas las verdades desde su poder económico, tecnológico, político, ideológico y filosófico ¿Cuánto poder tienen los condenados, los olvidados y los “nadies” para enfrentar a los amos del mundo? La verdad es construida desde su poder y con ello domina nuestra subjetividad. El mundo está en peligro, pues los amos del mundo lo devastarán con su poder, continuarán conquistando sin detenerse, guiados por la filosofía de Nietzsche. No existe lo sagrado, hay desacralización y el desierto crece (p. 59-60).
Finaliza “El hombre ha muerto” sosteniendo un llamado:
En fin, no ha muerto el hombre, y si murió debemos resucitarlo para que actúe en la política, en filosofía, en conocimiento, en la ideología, etc.; es decir, el hombre debe rebelarse siempre, porque es necesario que conozca la realidad para juzgarla y transformarla con su praxis (acción). No obstante, el amo es racional porque tiene una maquinaria de poder que silencia, excluye y domestica las subjetividades de los otros hombres, avasallando a la naturaleza (p. 62).
Termina “La muerte de la naturaleza” haciendo otro llamado:
El efecto antrópico se manifiesta en la devastación de todo lo sagrado; por ende, es necesario hacer un salto del antropocentrismo al ecocentrismo que consiste en el respeto a toda vida existente, ya que es sagrada y preservar la vida en la Tierra. No obstante, hasta el momento, nos hallamos en la segunda muerte de la naturaleza, ocasionada por la ciencia desde la ingeniería genética (pp. 65-66).
En “Ideología del marxismo sobre la ecología” menciona de pasada un punto a favor y tres en contra de esta filosofía:
Según Marx, el hombre es aún salvable y se puede recuperar su espíritu de humanidad aboliendo la propiedad privada. Sin embargo, los puntos más endebles del marxismo son: La dictadura del proletariado, las leyes de la historia y teleología de la historia (p. 68).
Además hace otro cuestionamiento:
Por otro lado, los eco socialistas desean ocultar el movimiento obrero (rojo) con el movimiento ecológico (verde); es decir, ya no hay lucha de clases sino hay lucha de colores, eso es un insulto a Marx (ídem).
Y termina el artículo observando que:
... Marx no es ecologista, su razón ilustrada le planteaba que la naturaleza es infinita y debe ser transformada para el beneficio del hombre. Creía que la historia está determinada por las leyes de la dialéctica. Su filosofía es para los proletarios del mundo. En tanto que, en la actualidad, se debe respetar toda vida porque es sagrada. ¡No matar; pero rebelarse! (p. 69).
En “Heidegger sobre la naturaleza” nos aclara que:
…Heidegger refutó al hombre moderno capitalista y socialista que devasta su único hogar. Sin embargo, hoy, el mercado nos vislumbra con toda su mercancía, objetos, cosas y entes que nos hacen olvidar al ser (pp. 71-72).
En “Ecofeminismo: crítica al modelo patriarcal” manifiesta esta importante observación:
…la crítica al patriarcado capitalista [del ecofeminismo], a la visión mecanicista de la naturaleza y una cultura de dominación y violencia. Ello enfrenta a la creencia antropocéntrica y androcéntrica de superioridad biológica, donde los seres humanos (algunos más que otros) se han apropiado, han dominado y han sometido violentamente a los seres vivos (incluso a los propios humanos), así como a los procesos, productos y servicios que forman la naturaleza o son generados por ella (pp. 88-89).
Y termina señalando que:
…la mujer es ontológica porque tiene ser, por ende, la crítica del ecofeminismo va direccionada al antropocentrismo fuerte (centralismo del hombre masculino) y al androcentrismo (posición central del varón). Por tanto, el propósito principal es la búsqueda de la equidad en los aspectos económico, político, ético, social, cultural, entre otros (p. 90).
En “Luchas feministas a favor de la naturaleza” cuestiona que:
El sistema imperante es el capitalismo de los países occidentales, cuya lógica es la acumulación del dinero mediante la devastación de la naturaleza, generando agotamiento de recursos como: bosques, agua dulce, fauna, etc. Los dueños y amos del mundo salvarán sus bancos, menos la ecología. Por eso, el rol fundamental de los ecofeministas es la defensa y preservación de la vida y del territorio (p. 91).
También sostiene que:
Las ecofeministas están luchando contra la violencia generada por el modelo patriarcal, el cual cultural e históricamente formó seres machistas que cometen feminicidio en todas partes del mundo. Ellas enfrentan al capitalismo que devasta la naturaleza y genera enfermedades en los seres vivientes, a causa de los productos químicos y transgénicos (p. 92).
En “Ecofeminismo: revolución espiritual y cultural” nos recuerda que
…las mujeres sabias como las comadronas, parteras y curanderas eran rivales de los eclesiásticos y de las universidades; entonces, la cacería de brujas era una campaña bien organizada, iniciada, financiada y ejecutada por la Iglesia y el Estado (p. 95).
En “La vida absurda del hombre” se pregunta y responde:
¿Qué sería del mundo sin el hombre? Solo el hombre da sentido a todas las cosas, él es historia ¿Quién podría señalar por sus nombres a las cosas? Nadie, solo él señala con su lenguaje todo lo existente y no existente (p. 110).
En “La subjetividad del consumidor, ¡consumo, luego existo!” explica que:
La condición humana de los consumidores del tercer milenio es la del individuo como producto deseable y atractivo, puesto en el mercado y promocionado por sí mismo. Es decir, el mercado decide nuestras vidas, pues toda la propaganda y publicidad influye en los consumidores.
La publicidad nos invade a través del internet, la televisión, los periódicos, las revistas y otros, seduciéndonos para olvidar nuestra condición económica y social paupérrima (p. 112).
Finaliza desvelando que:
…hay un ser colonizado orientado para ser solo un consumidor de las mercancías; el pobre es el no comprador que tiene la ideología y la bandera neoliberal, cree ser libre aunque la propaganda le llenó hasta la saciedad de creencias y mitos. El sistema capitalista imperante tiene para rato, entonces que viva el egoísmo y la lucha por la mercancía de mercancías: dinero (pp. 114-115).
En “La presión social derrotó al “revolucionario”” sostiene que:
…los revolucionarios terminaron siendo absorbidos por la presión social, familiar y moral. Ahora, ¿quién escribirá con las letras doradas y dirigirá el tren de la historia? Nadie se atreverá a poner el cascabel al gato. Hoy la influencia de los medios de comunicación es poderosa y la economía hace política (p. 116).
Concluye “Juicio a Dios por no ser neutral” así:
Si Dios está ausente lo que nos queda es ser más humanos, aunque nadie garantiza que el hombre será humano demasiado humano, aun con la presencia de Dios el hombre mata y crea infiernos para su prójimo. Por lo tanto, Dios no interviene en la historia ni hemos sido creados por él. Es mejor que sea así porque no soportaría la no neutralidad de Dios (pp. 120-121).
En “¿Podemos convertirnos en criminales?” menciona que:
Todos somos peligrosos, pues poseemos instrumentos de muerte, creados por la razón (p. 124).
Por ende:
…todos los seres humanos están propensos al peligro de convertirse en criminales. Estamos al borde de un gran abismo, al cual podemos caer por voluntad propia o dirigidos por otros; somos capaces de cometer muchas atrocidades. No obstante, debemos seguir viviendo, aunque es muy difícil llevar una vida armónica entre seres humanos (pp. 125-126).
Y termina el último artículo del libro recordándonos una visión idealista y justiciera de Jesús:
En fin, para nosotros, Cristo debe representar la lucha contra la pobreza y la injusticia. Bien lo dicen Los guaraguaos, en la canción ¿Cristo al servicio de quién?, “A Cristo hay que liberarlo, / Él siempre quiso ser pueblo, / y hoy lo explotan los de arriba, / Ricos, Iglesia y Gobierno” (p. 128).
La obra reseñada evidencia la amplia cultura del autor no solo al comentar o citar, en los artículos breves de divulgación que lo componen, a filósofos –como Platón, Aquino, Maquiavelo, Descartes, Spinoza, Kant, Hobbes, Rousseau, Hegel, Nietzsche, Marx, Heidegger, Wittgenstein, Benjamin, Sartre y Foucault--, sino también a psicoanalistas –como Freud y Lacan--, literatos –como Shakespeare, Camus y Capote—, cineastas –como Buñuel, Bergman, Hitchcock, Welles, Allen, Scott, Spielberg, Levinson, Kelly & Donen, Haggis, Hathaway, Weir y De Emmony, Bridger--, pintores –como Leonardo, Miguel Ángel, Rafael, Velásquez, Goya, Picasso y Munch--, y músicos –como Beethoven y Furtwängler--.
Por otro lado, en la diagramación del libro se evidencia una carencia de un estilo formal o simplemente descuido al haber:
-7 líneas huérfanas (pp. 27, 53, 64, 71, 82, 97, 124), y
-8 líneas viudas (pp. 29, 44, 59, 62, 75, 77, 116, 121).
-8 citas, de dos párrafos, no iniciadas en líneas aparte (pp. 41, 50, 52, 53, 105, 107, 108, 112).
También encontramos evidencias de que el libro no ha sido revisado antes de publicarse, algo obligado en una editorial profesional, puesto que aparecen los siguientes errores:
-“Si Algo no existe, todo está permitido” (p. 17) en vez de “Si Dios no existe, todo está permitido” al citar la célebre frase de Dostoyevski. Seguramente es una libertad, sin previo aviso, de nuestro autor al igualar Algo, lo contrario a la Nada, con Dios en la p. 16.
-este párrafo solitario, inconexo e incompleto:
De este modo, se producen acciones inexplicables en la vida de los hombres, ello se muestra en la escena “Hágame una bisagra” de la película La lista de Schindler (1993), (p. 23).
En realidad es un extracto del artículo (cosa usual en los artículos de revistas como las de unahALDÍA, la publicación original digital, pero no en un libro) que luego se repite ya completado a continuación en la misma página.
-“Instituto Internacional de Estudios para la Paz (SIPRI)” en vez de “Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI)” (p. 44).
-“…porque aún han conocido el poder de los dueños del mundo” en vez de “…porque aún no han conocido el poder de los dueños del mundo” (p. 52).
-“…afirman fervorosamente de haber comprendido a Marx…” en vez de “…afirman fervorosamente haber comprendido a Marx…” (pp. 52-53).
-(2008, p.369) en vez de (2008, p. 369) en la p. 61.
-(2000, p.39) en vez de (2000, p. 39) en la p. 76.
-(2011, p.57) en vez de (2011, p. 57) en la p. 77.
-(1995, p.87) en vez de (1995, p. 87) en la p. 89.
-(1966, p.294), en vez de (1966, p. 294) en la p. 101.
-(2006:92) en vez de (2006, p. 92) en la p. 103.
Al ser una recopilación de artículos de divulgación no todos tienen referencias bibliográficas. No obstante, en las que sí, hay algunas que no aparecen citadas dentro de los artículos respectivos como:
-Feinmann, p. 58.
-Fazio, p. 69
-Solé, p. 78
-Mestre, p. 96
Y hay citas que no aparecen en las referencias como:
-Vieweg, p. 81
-Galeano, p. 94
-Fazio, p. 103
-Hitler, pp. 104-106
-Russell, Freud y Nietzsche, p. 127
Los errores encontrados no debieran aparecer en libros publicados en editoriales de universidades donde, se supone, debe haber fondos no solo para imprimir y pagar a un director y personal de apoyo sino también para contratar como correctores a docentes de sus departamentos de humanidades, letras, lingüística o literatura, o caso contrario, a profesionales externos.
De ese modo, cumplirían la actual Ley Universitaria, Ley No. 30220, Artículo 6, Fines de la universidad, acápites 6.5 Realizar y promover la investigación científica, tecnológica y humanística, la creación intelectual y artística; y 6.6 Difundir el conocimiento universal en beneficio de la humanidad.
Así como su Artículo 7, Funciones de la universidad, acápites 7.2 Investigación; y 7.3 Extensión cultural y proyección social.
Auguramos y deseamos, de todos modos, futuras mejores ediciones al joven Fondo Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de Huanta.
Felicito a Manuel Abraham Paz y Miño, por las críticas constructivas que coadyuvan al logro eficiente de objetivos, tanto institucionales como personales. Agradezco al autor Roly Auccatoma Tinco por brindar parte de sus conocimientos filosóficos en este preciado libro, invitando a leerlo con esa visión aguda que algunos suelen tener.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus comentarios.
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