jueves, 26 de noviembre de 2020

FILOSOFIA Y PANDEMIA POLITICA PERUANA

Ciro Marín Benítez

Lic. en Filosofía, Universidad Nacional de San Agustín, Mag. en Filosofía, mención Epistemología, Universidad Americana de Andragogía, y Docente, Universidad Nacional de San Antonio Abab del Cusco

Email: mbenitezc3@gmail.com


 




Resumen: La actual pandemia ha tenido repercusiones impactantes en la vida y los aspectos metafísicos, como la ética, la política y la axiología. Pero, a la vez incentivó debates acerca de política, el cuidado sanitario, el confinamiento, la exacerbación social, la actitud moral y el porvenir de nuestras sociedades, demostrándonos que las situaciones antagónicas son parte de nuestra realidad y como seres humanos no estamos exceptuados de afrontar estas crisis. Por otro lado, el rol de la tecnología en la actualidad ha sido muy importante: con el confinamiento social la pandemia ha obligado que el espacio público se vuelva forzadamente digital. En el campo político nos reveló un contractualismo con un tendencioso contenido que favorece más a los intereses del mercado neoliberalista. Estadísticamente a causa de la pandemia y la pobreza, el Perú logra el récord del país con más fallecidos en el mundo, y como agravante, los episodios de la crisis política, que causan honda indignación y rechazo, son la manifestación de la podredumbre de la clase política. Todo esto lo podemos notar bajo una crítica reflexión filosófica preguntándonos: “¿por qué está pasando esto?” y “¿por qué no nos habría de pasar?”.

Palabras clave: pandemia, Estado peruano, política, reflexión y tecnología.

 

PHILOSOPHY AND PERUVIAN POLITICAL PANDEMIC

Abstract: The current pandemic has had shocking repercussions on life and metaphysical aspects, such as ethics, politics and axiology. But, at the same time, it stimulated debates about politics, health care, confinement, social exacerbation, moral attitude and the future of our societies, showing us that antagonistic situations are part of our reality and as human beings we are not exempt from facing these crises. On the other hand, the role of technology today has been very important: with social confinement, the pandemic has forced public space to become digitally by force. In the political field, it revealed a contractualism with a tendentious content that favors more the interests of the neoliberal market. Statistically because of the pandemic and poverty, Peru achieves the record of the country with the most deaths in the world, and as an aggravating circumstance the episodes of the political crisis that cause deep indignation and rejection, are the manifestation of the rottenness of the political class. We can see all of this under a critical philosophical reflection asking ourselves: "Why is this happening?" and "Why shouldn't it happen to us?"

Keywords: pandemic, Peruvian state, politics, reflection and technology.

 

 

Introducción

En anteriores publicaciones (véase Marín, C. 2020) hemos aseverado que, en efecto la pandemia del covid-19 ha tenido repercusiones impactantes no solo en la salud y la vida, sino que pone en cuestión el tenso límite entre los aspectos metafísicos, que son no científicos, como la ética, la política y la axiología. Hechos que han resentido de manera contundente nuestras maneras de entender la realidad. Esto solo lo podemos realizar bajo una crítica reflexión que nos lo va permitir la filosofía con una adecuada metodología propia de ella. Otro cuestionamiento serio especular sobre las opciones políticas que nos orientan cuestionándonos si podemos tener la concepción tanto de la vida y de la muerte de modo particularizado y autónomo, como los valores axiológicos o como simples objetos de estudio de la ciencia, vinculados a los marcos culturales que la sustentan.

 

Es así que en el contexto de la crisis pandémica que afecta todos los campos de la salud, el económico y el humanitario, también hace propicia diversas reflexiones filosóficas, que incentivan varios debates acerca de las políticas del cuidado sanitario, el confinamiento, la exacerbación de las desigualdades sociales, la actitud inmoral frente a los ancianos y el porvenir de nuestras sociedades. Después de esta pandemia podemos apreciar que las situaciones antagónicas son parte de nuestra realidad y como seres humanos no estamos exceptuados de afrontar esta clase de crisis. Ante esta situación la correcta pregunta filosófica no debería formularse de la siguiente manera: “¿Por qué nos está pasando esto?”, cuando de manera muy clara el cuestionamiento que debemos formularnos es así: “¿Por qué no nos iba a pasar?”.

El ciudadano de a pie se interroga: ¿Qué rol cumple la filosofía en esta pandemia? Y tal vez irreflexivamente se responda a sí mismo: La filosofía no encontrará la vacuna contra el covid 19. Aparentemente como estamos divorciados de las reflexiones filosóficas desconocemos  que,  para solucionar todos los problemas,  primero siempre debemos hacer una reflexión coherente, nos cuestionamos, o sea filosofamos, nos  preguntarnos si podemos pensar y considerar razonablemente lo sanitario y lo económico como si fueran entes autónomos, o en caso contrario, considerar a ambas como componentes de un módulo que siempre posee un estrecho nexo con la política.

Por lo tanto, en esta perpleja situación que pasamos, es cuando la filosofía se torna realmente necesaria, empleando sus cualidades como la crítica, pues ante problemas de estas características buscamos soluciones, y la tarea empieza por analizar identificando el origen de estas dificultades y la anomalía que debe ser destruida para no volver a caer en los mismos errores.

 

La tecnología

El rol que cumple la tecnología en la actualidad ha sido muy importante con el confinamiento social, hoy en día el covid 19 ha obligado que el espacio público se vuelva forzadamente digital casi en su totalidad. Las calles se han tornado abandonadas, así mismo como los locales de las grandes entidades del Estado que hoy interactúan mediante espacios digitales. Los que, por supuesto, tienen un costo significativo y han roto los esquemas del presupuesto económico del Estado, debido a que pertenecen a grandes corporaciones privadas donde el Estado no tiene participación, porque hasta sus trámites están en manos de estas empresas privadas. Las instituciones tutelares recurren a estas entidades liberalizadas, como Amazon, tal es el caso de la UNMSM que recurrió, para tomar los exámenes de ingreso, a una empresa privada.

 En este entorno, muchos centros de educación básica y superior están usando para las clases remotas, aplicaciones de Google, que pueden almacenar y vender datos a terceros, que en las esferas de la educación y la sanidad resultarían bastante riesgosas. Bajo estas premisas, el confinamiento ha impulsado un salto cualitativo, somos testigos que todas las clases académicas que se desarrollaban presencialmente, de manera drástica y radical pasaron a ser virtuales. Además, todo ello impulsó que la tecnología presente iniciativas de software libre, con cualidades modificables para adaptarlas a usos concretos, siendo éstas más reservadas y menos intrusivas con la privacidad de nuestra información. Por otro lado, los programas como el Jitsi Meet en lugar de Zoom Cloud Meetings, resultando este último mucho más respetuoso con los datos de carácter privado, proponen incentivar decisiones específicas, dando la idea de “tecnología por analogía”, en contextos locales y aplicados a necesidades concretas que no sean globales.

Otro aspecto brindado por la tecnología en tiempos de pandemia está relacionado con la necesidad de fijarnos en acceder con igualdad a estas nuevas tecnologías debido a que estas desigualdades han sido reveladas y puestas de manifiesto con el desarrollo de las clases remotas o virtuales en la educación básica y superior. El aislamiento ha tenido efectos más contundentes en los segmentos sociales más álgidos donde las familias desfavorecidas carecen de medios y recursos suficientes como poseer computadoras, internet y electricidad, y además las empresas servidoras de la red informática brindan un servicio defectuoso para conectarse y desarrollar satisfactoriamente estas clases, teniendo como resultado que muchos estudiantes hayan abandonado el semestre y posiblemente el año académico.

 

El precario Estado peruano ante el covid 19

La primera quincena de marzo, cuando se tenían noticias del inicio del covid 19, en el Perú se pusoeron en vigencia auspiciosas acciones siendo uno los primeros países en Latinoamérica, en imponer encerrona y otras restricciones a la vez de disponer de la entrega de bonos en apoyo a los sectores más sensibles de la empobrecida sociedad peruana afectada por la suspensión de la economía informal. Luego de transcurridos unos meses después, los medios de comunicación del mundo entero difundían sobre las alarmantes cifras de contagios en el Perú con altas cifras de fallecidos, las deficiencias de la cuarentena y la fuerte caída económica que golpeaba brutalmente al país.

 

Actualmente transcurridos más de ocho meses, el Perú encabeza una de las lamentables clasificaciones al tener la más alta tasa de mortalidad por covid-19 de los 20 países duramente azolados por esta pandemia, según datos estadísticos existentes  (véase John Hopkins University of Medicine, 2020) hay 87,53 fallecidos por cada 100.000 habitantes. Estos desastrosos resultados, ponen al Perú por encima de países con gran cantidad poblacional como EE UU, Brasil y México. Dicha información es corroborada por medios peruanos que grafican la tasa de mortalidad por covid-19 más alta del planeta. Y con datos recientes, el Perú ocupa el noveno lugar como el país con más muertes a nivel mundial, y el quinto con más contagios, presentado 621.997 casos registrados.

Aquí exponemos algunos factores que fundamentan por qué la rigurosa cuarentena no fue impedimento para  que el Perú sea el segundo país de Latinoamericano que registra  más casos de covid-19 (OMS, 2020). En estos días el número de fallecidos ha tenido una ligera disminución, la cifra más baja desde junio. Pero en menos de una semana estas cifras volvieron a subir. Así, tenemos en esta pandemia una composición de factores de salud pública, aspectos económicos y sociales, limitaciones estructurales y desatinos coyunturales que sustentan por qué nuestro país llegó a esta complicada situación. Al inicio de la pandemia, el sector salud del Perú no contaba con los recursos necesarios para afrontar una situación de emergencia como el covid 19 porque la pandemia siempre estaba un paso adelante. El premier peruano, reconoció en entrevista con la cadena peruana RPP que el Perú tiene la tasa más alta de mortalidad por covid-19, pero que el récord se debe a la transparencia del gobierno en difundir las cifras de muertos.

La pandemia, al inicio, sirvió para que se develara un virus social más temible con severos signos contra la sufrida población peruana que la aquejaría de manera soterrada. Esto se evidenció cuándo, coercionado por varias delaciones de corrupción, tuvo como final la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a la Presidencia de la República. Pero esto fue tendenciosamente manejado por el statu quo de la clase política gobernante y los grupos que conforman la CONFIEP. El predominante poder económico confabuló poniendo como sucesor al entonces Vicepresidente Martín Vizcarra para sortear la crisis y así aseguró la continuidad del régimen neoliberal. Pero la pandemia se tornó impactante y puso de manifiesto lo equivocados que estuvieron; los integrantes de las mafias enquistadas en el hemiciclo nacional, y la mediocridad del Presidente y sus ministros han recrudecido esta crisis política sin resolver hasta hoy.

En tanto que el Perú pasa por una de las mayores tragedias sanitarias debido al azote del coronavirus y el abandono estatal, hace unos días el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo desempeñaron una irresponsable confrontación que devino en la aprobación de una moción de vacancia presidencial. El fatídico viernes 18 de setiembre del 2020, el Presidente Vizcarra, luego de presentarse ante el Parlamento para ostentar su defensa, en tanto los actuados del Presidente del Congreso que alertó a los militares para concretar la tendenciosa movida, restó apoyo a la moción, la pandemia política sigue sin solución. En consecuencia, vale analizar cómo los efectos de este incidente, en el ya bastante golpeado modelo neoliberal, los sucesos qué acontecen en la gobernabilidad peruana ad portas de las elecciones y de un pandémico bicentenario que delinean como salidas a esta crisis pandémicamente histórica.

Las acciones reñidas contra la moral y demás problemáticas del caso Lava Jato han sido los detonantes para esta compleja crisis política sazonada por los actos inmorales y la pésima gestión del aparato estatal, pero lo más significativo es que golpearon contundentemente el régimen neoliberal instalado por el reo Fujimori en la década de los noventa y mediocremente continuado por los sucesivos presidentes pseudo democráticos, bajo el amparo de una Carta magna, producto del Fuji golpe del ’93, que para la gran mayoría de peruanos está totalmente deslegitimada. En tanto los grupos de poder apostaron por la continuidad, colocando como presidente a Martín Vizcarra y en ese momento no les fue mal con dicha decisión.

En tanto los otros desconcertados poderes del Estado, como el Legislativo y el Judicial, colapsaban imbuidos en investigaciones de un atormentado Vizcarra que mantenía con el descaro acostumbrado, la gobernabilidad, mostrándose cínicamente en la lucha contra la corrupción y cuidando el único pilar del consumado régimen vanamente, bajo la indignada mirada de una ciudadanía hastiada de este régimen maldito. Después devendría la disolución del Congreso, en octubre del 2019, ante maniobras delictivas por parte de la mayoría aprofujimorista, hechos que le dieron una aprobación del 65% (La República, 2020).

La llegada del covid 19 en marzo del 2020 devela las desastrosas carencias de un Perú que mostraba un crecimiento sostenido del PIB pero que desastrosamente no aseguraba la vida de los peruanos. Afrontar la pandemia con un colapsado sistema de salud y una gran población informal, fueron la situación impropia para garantizar medidas adecuadas contra la pandemia. Y, como agravante, este pasivo de abandono estatal producto de décadas de un neoliberalismo salvaje, y, como agregado, las decisiones desatinadas del mismo Presidente empeoraron la crisis. El favoritismo presidencial por la CONFIEP propició la caótica reapertura de la economía, aumentando alarmantemente la curva de contagios y muertes. Además, la negativa inexperta al comando de la cartera de Economía de conceder un bono básico universal, imposibilitó que muchos peruanos mantengan el confinamiento, y el incoherente accionar del Ejecutivo con el sector privado avalando el negocio escandalosamente lucrativo de clínicas y farmacias que mercantilizan la salud de los peruanos. Todos estos pésimos manejos en plena pandemia impulsaron la caída del Presidente peruano. Para remate, el Congreso denunció los malos manejos presidenciales en las contrataciones indebidas en el Ministerio de Cultura, conjuntamente con los audios que reflejaban a un mandatario con un entorno mediocre, entorpeciendo la justicia, negociando testimonios y manipulando funcionarios (Redacción BBC News Mundo, 2020). Así, Vizcarra es un político más del montón que usan el Estado para sus fines particulares.

La pandémica política que se desmorona

Bajo un contractualismo con un tendencioso contenido que favorece más a los intereses del mercado neoliberalista, a inicios del 2020 se disuelve el Congreso y los peruanos eligen congresistas que debían culminar el mandato del anterior y entregar el cargo en julio del 2021. Este nuevo parlamento lleva pequeñas bancadas vinculadas a personalidades y grupos económicos más que a proyectos partidarios, sin ideologías, como las bancadas de las universidades privadas, en donde saltan a la vista personajes con intereses particulares y más que un digno curriculum vitae exhiben un prontuario de denuncias, como el del ex contralor Edgard Alarcón --vinculado a delitos de corrupción.

El Poder Legislativo fragmentado y dominado por intereses privados y personajes cuestionados, permanentemente se ha confrontado con el Ejecutivo aduciendo un cuestionable manejo económico, no dándole el voto de confianza al Premier anunciado y forzando al Presidente a hacer cambios en su gabinete.  Y como agravante a esta situación, la difusión de los audios presidenciales y el consecuente pedido de vacancia, elevaron la tensión de la política gubernamental claramente orientada por el cálculo electoral y el afán de proteger la impunidad de sus intereses empresariales, lograron aprobar la moción de vacancia donde el presidente Vizcarra anunció que no renunciaría y presentaría una demanda competencial al Tribunal Constitucional. Con estos actuados se ha demostrado que en el Perú el actual Congreso es la continuidad del anterior disuelto, caracterizado por la corrupción con intereses dependientes y mafiosos, que legislará a su favor y usará la institucionalidad según sus propios cálculos ajenos a las necesidades del país. Incapaces de responder a un proyecto de nación, es así que estamos ante una profunda crisis que encontró un apropiado caldo de cultivo en un deslegitimado contractualismo impuesto por un sentenciado que no se identifica con la etnia ni la identidad originaria manteniendo su original procedencia japonesa.

En tanto, estadísticamente a causa de la pandemia y la pobreza, el Perú ocupa el desconsolado récord del país en el mundo con más de setenta mil fallecidos en corto tiempo, y como agravante los episodios de la crisis política causan honda indignación y rechazo de la ciudadanía, son la manifestación de la podredumbre de la clase política y la puesta en relieve de un lamentable escenario donde se refleja que cualquier aventurero toma por asalto el hemiciclo para disputarse el botín del Estado, a espaldas del pueblo que trágicamente sobrevive. En tanto, los medios de comunicación, los militares y los grupos de poder económico, como la CONFIEP, guardan silencio esperando que llegue la calma para recuperar su vigencia y seguir saqueando a sus anchas los recursos y presupuestos del Estado.

Lo narrado líneas arriba revela que la crisis política que percutó el escándalo de Lava Jato está amenazadoramente vigente, las soluciones no se avizoran; hastiados de tanta corrupción, confabulación e incapacidad, los peruanos salieron a las calles exigiendo cambios, mostrando una poco convincente movilización en las calles. Acostumbrada y Golpeada por un largo conflicto armado interno de dos décadas, la fragmentación alentada por el neoliberalismo y el efecto del covid 19, la sociedad peruana no ha articulado de manera determinante una movilización politizada para destituir a sus representantes corruptos. Una segunda opción seráa las elecciones del 2021, donde las tendencias de derecha ya están haciendo todo lo posible prometiendo cambiar todo para que nada cambie, muy convencidas colocando candidatos incapaces como Forsyth o Guzmán. Mientras la izquierda y los   progresistas deberán unirse para confrontar exitosamente para articular un sólido bloque popular con un fuerte liderazgo, que enfrente la maquinaria de las mafias que se escudarán para impedir que gane una opción que realice cambios significativos hasta lograr una nueva Constitución.

Con un Congreso tomado por las mafias y un Presidente deslegitimado, muy probablemente la política se encauzará cada vez más a lo electoral y vendrán nuevos episodios de crisis. Pero conviene recordar que las crisis también abren oportunidades. Pese a la tragedia –y la farsa- estamos ante la posibilidad de cerrar un ciclo de captura de los poderes del Estado, corruptela y saqueo impuestos por élites políticas y económicas que se beneficiaron de los recursos a costa de dejar a las mayorías en la desprotección. El régimen neoliberal y su decadente sistema político está moribundo y puede ser momento de enterrarlos; más aún, a puertas del bicentenario, no solo es posible clausurar ese ciclo sino también abrir otro, que refunda una nueva república cuya prioridad sea garantizar el bienestar y la dignidad de todos los peruanos y peruanas.

El papel de la filosofía

La reflexión filosófica induce a que el ser humano proceda con coherencia sobre temas relacionados a las disciplinas filosóficas como la esencia, las causas y los efectos de la realidad y de los hechos. La pandemia desatada por el covid 19 nos ha obligado a realizar un análisis no solo en el contexto social, político y económico, sino que además, de modo obligatorio una deliberación desde una perspectiva filosófica del hombre y su entorno. En estas circunstancias la filosofía nos ayuda a examinar nuestras prácticas y determinar nuestro objetivo y realización de nuestra existencia, para luego hacer las correcciones necesarias, que pueden ser personales y de carácter social, considerando nuestro modo de vida como personas posmodernas: el egoísmo, que sólo piensa en sí mismo y se muestra indiferente ante sus semejantes, el consumismo excesivo, la traba de detenerse para considerar la otredad y encontrarse con los otros y consigo mismo, hechos que lo dejan sin soporte espiritual. Por lo tanto, la reflexión filosófica ayuda significativamente en estas épocas de crisis.

El confinamiento prolongado en el que se han visto las familias a causa de la pandemia, dio lugar a abrir oportunidades para el acercamiento entre las personas y tocar temas sobre la conducta y la revisión de comportamientos desarrollados en nuestras vidas. Es así que en este entorno de meditación o reflexión aparece como una nueva experiencia de vida que muchos hemos experimentado. Así, todos los pueblos han pasado por pandemias y crisis como pestes, hambrunas y guerras, y de acuerdo con los comportamientos y actitudes, la filosofía selectivamente ha tomado lo mejor, lo que ha impedido que dejemos de ser humanos como lo afirmara Ortega y Gasset (1914): “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo” (p: 121).

 Saber vivir la vida sin perder el sentido de vivir, eso es lo inquebrantable en la filosofía. Consciente de que la vida no es una circunstancia lineal en una misma realidad, la vivencia se da en diferentes escenarios que dependen de las concepciones de cada persona que conciben la filosofía como un modo de vida, no sólo un saber, sino también, previa comprensión, que orienta lo existencial. Es así que propone pensar distinto para poder vivir mejor y erigir un mundo con humanismo. Esta pandemia evidenció las inconsistencias o la extenuación de la concepción posmodernista, caracterizadas por un excesivo antropocentrismo desprovisto de moralidad, de confiar desmedidamente en la ciencia y la tecnología poniéndolas como la solución a toda la problemática existente, desentendiéndose que no hay ciencia moral ni moral científica. Lo peligroso que es la experimentación científica sin principios éticos, de lo riesgoso que son las ideologías movidas por el poder o la riqueza de los seres humanos, pues ellos son los que arrancaron la expresión “homo lupus Hominis” a Hobbes.

Los griegos denominaban krísis a la acción de separar, juzgar y decidir los problemas que se presentan en la cotidianidad. Más adelante en la posmodernidad, como lo expresa Kuhn, las anomalías siempre se presentan como es el caso de la actual pandemia donde antes de ella, el ser humano vivía plenamente confiado y sereno bajo la tutela de sus conocimientos científicos y tecnológicos, crédulo en que podía controlarlo todo. Hoy el actual contexto coercitivamente nos obliga a morigerar nuestra conducta de un modo más sensato, y a hacer un constructo de nuestro mundo mejor, emprendiendo por el micro mundo personal, custodiar y disfrutar de la madre natura, aplicando un modelo económico con rostro humano, como lo anunciara Amartya Sen.  Además, un nuevo proyecto del trabajo, practicar el poder de la armonía, rescatar la idea de solidaridad. 

Actualmente el ser humano está frente a una realidad que, de manera determinada, está vinculada con el presente y el porvenir. La filosofía nos señala que nuestro comportamiento y reflexiones nunca más serán los mismos después de esta pandemia. Por lo tanto, estamos obligados a asumir ese desafío personal y a la vez social, empezando por un sincero reconocimiento de cómo hemos llevado nuestra vida. Saquemos una enseñanza de nuestra experiencia personal y del conglomerado será el impulso para afrontar el nuevo orden social, cultural y económico que se nos presenta. Lo que otrora fue ficción hoy nos sucede de modo real, nosotros  somos los actores de ese escenario que habíamos visto en las películas hollywoodenses, reafirmando por otra parte a Sartre (1966): “Debemos construir ese escenario para que la vida continúe y pueda ser leída desde la experiencia de qué somos y dónde estamos” (p. 323).  

 

            En esta situación de crisis, ¿cómo desentrañar la incertidumbre ocasionada por la pandemia que nos asola? Tendríamos que recurría a lo anotado por Russell (2009). en una de sus paradojas: “El pasado no existe, porque ya pasó, el futuro tampoco, porque no ha llegado. Nos queda el presente y ahí somos, inevitables”. Teniendo en cuenta que estamos más moldeados por un modelo económico bajo este sistema neoliberal donde predomina el mercantilismo como lo describe al respecto Heiddegger (1927):

“El hombre de hoy calcula, pero no piensa en lo esencial. Si nos afincamos en la desconfianza o en el cinismo que todo lo descalifica, lo que le queda a la sociedad es la más radical incertidumbre. Muchos no creen en nada y no esperan nada. Una vida sin esperanza, sin ilusiones, es una vida vacía. Si todo en la vida es lucha y trabajo le falta algo, el hombre no sólo necesita pan, necesita con quién compartirlo” (p. 334).

Es oportuno aclarar que en estas circunstancias que nos sentimos desconcertados ante ello, la reflexión filosófica que nos explica que la incertidumbre tiene sus orígenes en el deseo desmedido y el desconocimiento como precisa Spinoza (2007): “Con el deseo queremos que el mundo sea como deseamos y no como es” (p. 98). En cuanto a la ignorancia, ésta revela nuestra condición real de falta de fundamentos, nuestra vulnerabilidad nuestra fragilidad y condición de estar extraviados. Ser en nosotros y no en el yo, es la enseñanza de esta situación y la presenta investigación no es únicamente para personas que son filósofos de profesión, en la antigüedad afirmaba al respecto Aristóteles (1988): ”La filosofía es inherente a todos” (p. 58). De manera real todas las personas cotidianamente nos enfrentamos a circunstancias que nos impelen a cuestionarnos preguntas trascendentales como: ¿Por qué estamos siendo atacados por el covid 19?, ¿qué dificultades económicas, labores y familiares en la vida tendremos después de la pandemia?, etc. Empero estamos en plena época posmoderna los avances no nos impiden formularnos estas preguntas, en situaciones de dificultad que en sí son el punto de partida de la filosofía para explicar el sentido de la vida del ser humano. 

Esta crisis pandémica, por las terribles consecuencias que tuvo, nos presenta la oportunidad, en un momento bien marcado, para examinar nuestra vida personal en referencia al cuidado de nuestra salud. A la vez, para que los Estados de todo el mundo revisen sus modelos económicos en la línea de humanizarlos. Desde que el ser humano razona, la reflexión filosófica milenariamente le ofreció, desde sus diferentes corrientes, poder alcanzar y realizar una revisión de sus prácticas cotidianas, con el Ayni tawantinsuyano, el estoicismo, el existencialismo, el personalismo, etc., desde una perspectiva racional con una prospectiva externa indagando sobre el mundo en sentido cosmológico y cultural e internamente hacia la introspección, hacia el otro. Pero se trata más que repensar los fundamentos filosóficos, debemos ponerlos al alcance de todos aquellos interesados en poder decir sobre el ser humano, la vida, la muerte, el bien y el mal y la madre natura.

 

Conclusiones:

La pandemia del covid-19 ha repercutido no solo en la salud y la vida, sino que pone en cuestión el tenso límite entre los aspectos metafísicos, como la ética, la política y la axiología. Hechos que han sentido de manera contundente nuestras maneras de entender la realidad.

El covid 19 hizo propicia diversas reflexiones filosóficas que incentivan debates acerca de las políticas, del cuidado sanitario, el confinamiento, la exacerbación de las desigualdades sociales, la actitud moral y el porvenir de nuestras sociedades que tendremos que proyectarnos hacia el porvenir.

Nuestro país estadísticamente presenta ante el mundo entero la penosa información sobre las alarmantes cifras de contagios en Perú con altas cifras de fallecidos, las deficiencias de la cuarentena y la fuerte caída económica que golpea brutalmente al país del cual será muy difícil levantarse.

El Perú está bajo un contractualismo tendencioso que favorece más a los intereses del mercado neoliberal. A inicios del 2020 se disuelve el Congreso y los peruanos eligen nuevos congresistas que debían culminar el mandato del anterior y entregar el cargo en julio del 2021, y que al final el presidente vacador terminó siendo vacado.

El poder legislativo fragmentado y dominado por intereses privados y personajes cuestionados, permanentemente se confrontan con el Ejecutivo aduciendo un cuestionable manejo económico, propiciando una vergonzosa disputa, siendo el único perjudicado el pueblo peruano incapaz de reflexionar.

 

Bibliografía:

Aristóteles. (1988). Política. Madrid: Gredos.

Heiddegger, M. (1927). Ser y tiempo. Santiago de Chile: Instituto de filosofia PUC chile.

John Hopkins University of Medicine, Coronavirus Resours Center (Noviembre de 2020). World countries, PERU. Obtenido de: https://coronavirus.jhu.edu/region/peru

La República (25 de junio de 2020). "Noticias de cierre del Congreso". Obtenido de: https://larepublica.pe/tag/cierre-del-congreso/

Marín, C.  (1 de mayo de 2020). "El covid-19 y nuestra «normalidad»”. Obtenido de: . Obtenido de: https://revistaperuanadefilosofiaaplicada.blogspot.com/2020/05/el-covid-19-y-nuestra-normalidad.html?m=1

Organización Mundial de la Salud (OMS). (12 de noviembre de 2020). "Brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19)". Obtenido de: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019

Ortega y Gasset, J. (1914). Meditaciones del Quijote. Madrid: imprenta clásica española Caños.

Redacción BBC News Mundo (9 de noviembre de 2020). "Martín Vizcarra: el Congreso de Perú destituye al presidente". Obtenido de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-54882941

Russell, B. (2009). Ensayos filosoficos. Madrid: Alianza.

Sartre, J. (1966). El ser y la nada. Buenos Aires: Losada.

Spinoza, B. (2007). Tratado de la reforma del entendimiento y otros escritos. Madrid: Tecnos.

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