Daniel Loayza Herrera
Lic. en Historia, Universidad Nacional Federico Villarreal, Lic. en Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Universidad César Vallejo, y Docente, Universidad Privada San Juan Bautista
Correo-e: danivan98@gmail.com
Resumen: La pandemia del covid19 ha puesto en crisis los principios sobre los que se sustentaba en pensamiento neoliberal, hegemónico en América Latina durante la década de 1990. El pensamiento neoliberal tuvo claras raíces filosóficas provenientes del liberalismo político y en el replanteamiento de los postulados de la economía clásica, en lo que se conoce como economía neoclásica. A diferencia de posturas filosóficas que tenían como fin interpretar el mundo, fue planteado para convertirse en el sistema económico, social y político hegemónico. Las propuestas neoliberales se han aplicado en diversas partes del mundo. Por ello, el presenta trabajo analiza su crisis en el terreno social y político, a la luz de la pandemia del covid19, que ha terminado por erosionar los cimientos teóricos sobre los cuales se sostenía. La pandemia del Covid19 nos ofrece la posibilidad de contrastar los postulados más importantes del neoliberalismo con lo que el neoliberalismo ha construido, efectivamente, en la realidad social. La pandemia del Covid19 ha esfumado la asociación democracia y neoliberalismo y la dicotomía Estado/ individuo, tan trabajosamente construida por sus ideólogos desde la segunda mitad del siglo XX, y nos enfrenta, acaso, al colapso de la idea de que democracia y el neoliberalismo van de la mano as como que Estado e individualidad son contradictorios.
Palabras clave: Democracia, igualdad, neoliberalismo, libertad. Totalitarismo
PANDEMIC, DEMOCRACY AND NEOLIBERALISM
Abstract: The Covid19 pandemic has put into crisis the principles on which neoliberal thought was based, hegemonic in Latin America during the 1990s. Neoliberal thought had clear philosophical roots coming from political liberalism and in the rethinking of the postulates of classical economics, in what is known as neoclassical economics. Unlike philosophical positions that were intended to interpret the world, it was raised to become the hegemonic economic, social and political system. Neoliberal proposals have been applied in various parts of the world. Therefore, the present work analyzes its crisis in the social and political field, in light of the covid pandemic19, which has ended up eroding the theoretical foundations on which it was sustained. The Covid19 pandemic offers us the possibility of contrasting the most important postulates of neoliberalism with what neoliberalism has effectively built into social reality. The Covid19 pandemic has vanished the democracy and neoliberalism association and the State / individual dichotomy, so painstakingly constructed by its ideologues since the second half of the 20th century, and perhaps confronts us with the collapse of the idea that democracy and neoliberalism go hand in hand as well as that State and individuality are contradictory.
Keywords: Democracy, equality, neoliberalism, totalitarianism
Génesis del neoliberalismo
El neoliberalismo es una corriente propia del siglo XX, que surge como reacción al socialismo, entendido este en su sentido más amplio, el cual va más allá del marxismo. Dentro de esta concepción, hay varias corrientes, dentro de las que destacan la económica y la política. Los economistas suelen rechazar este el término neoliberal, prefiriendo el de “economía neoclásica”; mientras los que abrazan su ideología política suelen preferir el de “libertarios”. Más allá de las discusiones y, probablemente, del rechazo que para muchos de quienes abrazan las ideas de esta corriente de pensamiento- por las connotaciones que tiene en el debate político- el término neoliberal les parezca incómodo, por razones expositivas llamaremos neoliberales a todos aquellos que abrazan esta, ya que su deuda intelectual con el liberalismo inglés es innegable.
La génesis del neoliberalismo la encontramos en Austria, específicamente en Viena. Durante las primeras décadas del siglo XX Viena se convirtió en uno de los focos más importantes del pensamiento occidental. La influencia del empirismo inglés desde el siglo XIX había germinado en una serie de corrientes, entre las que destacan la concepción científica del mundo del Círculo de Viena, que dará lugar al llamado empirismo lógico y la llamada escuela económica austriaca, que tendrá en Böhm von Bawerk, Carl Menger y Ludwig Von Misses, primero; y Friedrich Von Hayek, después, entre sus más connotados representantes.
En el campo económico, los economistas austriacos se centraron en atacar el marxismo. Menger fue el encargado de hacer una crítica radical a la teoría del valor de Marx y con ello a negar de forma tajante la objetividad de la plusvalía. Por su parte, Von Misses daría un paso más al negar la idea de una sociedad formada por clases, para replantearla como formadas por individuos, guiados por acciones sociales motivadas por una racionalidad económica (Von Misses, 1986). La escuela austriaca, inspirada en el pensamiento liberal, rechazaba la injerencia del Estado en la vida social (Chavarro, 2018). El Estado, para los pensadores austriacos, al igual que para Herbert Spencer, era el enemigo de la libertad (Spencer, 2019).
Si la sociedad solo puede estar centrada en el individuo y el Estado reduce el rango de acción del individuo, entonces el Estado es el enemigo de la libertad, según los pensadores austriacos.
Provistos de una remozada teoría económica, centrada en la teoría subjetiva del valor y en la utilidad marginal, los economistas austriacos se entregaron a la causa de enfrentar los discursos estatistas de la década de 1930.
La década de 1930 sería la de la expansión del papel del Estado en la Sociedad. En Alemania e Italia el nazi-fascismo. En España se inicia la guerra civil española, impulsada por el pensamiento fascista de Primo de Rivera. Por el lado del comunismo, el fortalecimiento y consolidación de la URSS, bajo el poder de Stalin. En los países occidentales, la crisis de 1929, había resquebrajado las economías e impuesto una nueva forma de ver el rol del Estado como regulador, con los planteamientos de John Maynard Keynes (Ríos, 2012).
En este contexto, el pensamiento neoliberal se abocó a enfrentar el “totalitarismo”. Friedrich Von Hayek, a la postre, se convertiría en el principal ideólogo del llamado neoliberalismo (Vergara, 2015). El totalitarismo era, en suma, para Hayek, la instrumentalización del pensamiento socialista, la eliminación de la libertad humana ( Hayek, 2020) . Desde el campo de la filosofía. Karl Popper (2017) se uniría al discurso Hayekiano con su obra “La sociedad abierta y sus enemigos”, en la cual enfrenta abiertamente al marxismo, a quien identifica como la fuente más importante del totalitarismo y de la falta de libertades en el mundo contemporáneo.
Esta corriente de pensamiento, luego de la segunda guerra mundial, seguía siendo marginal frente al keynesianismo, hegemónico en el mundo occidental y al marxismo en el oriental. Comprendiendo, Hayek, que las ideas no solo triunfan porque son buenas, sino porque tienen un soporte en órganos de difusión e instituciones que las impulsan, convocó a una reunión de influyentes personalidades liberales en Mont Pellerin, Suiza, en 1947. Fue el nacimiento de la Sociedad Mont Pellerin. En dicha reunión se estableció un plan de acción que incluía el búsqueda de la hegemonía intelectual en ciertas universidades, como fue el caso de la Universidad de Chicago, la creación de ciertas revistas especializadas de orientación liberal y la promoción de comunicadores sociales comprometidos con el pensamiento “anti-totalitario”. Empezó, de esta manera, un proyecto de largo aliento que no vería derrotado al Keynesianismo hasta el ascenso de Ronald Reagan y Margaret Thatcher.
Los ideólogos del pensamiento neoliberal impulsaron permanentemente la asociación entre las siguientes ideas:
Libertades igual democracia
Democracia igual no autoritarismo.
Autoritarismo igual Estado regulador de la sociedad.
Democracia igual a Estado no regulador de la sociedad.
Estado no regulador de la sociedad, igual libre mercado.
Libre mercado, igual democracia.
El triunfo del neoliberalismo
El neoliberalismo de la postguerra tuvo en Milton Friedman a uno de sus intelectuales más importantes, así como uno de sus difusores más activos. Friedman convirtió a la Universidad de Chicago en el epicentro del neoliberalismo norteamericano. La crítica que desde ahí se hacía al keynesianismo fue implacable. Esta actividad intelectual se complementaba con un extendido programa de becas de postgrado, apoyado por el gobierno norteamericano, dirigido a jóvenes economistas del tercer mundo, con el fin de impedir el avance del comunismo.
De esta manera, desde finales de la década de 1960, el gobierno norteamericano, si bien implementaba políticas económicas keynesianas, promovió la llamada escuela económica neoclásica (neoliberalismo) en América Latina. Tal fue el caso de Chile, donde muchos jóvenes, economistas egresados de la Universidad Católica de Chile, hicieron postgrados con Milton Friedman. El objetivo fue combatir el avance del comunismo. El Keynesianismo, por su defensa del papel interventor del Estado en la economía, podía tener mucho que ver con el socialismo marxista.
El 11 de setiembre de 1973, con el golpe militar de Augusto Pinochet, se daría inició, por primera vez en el mundo, a la primera implementación de un modelo neoliberal. Pinochet inició un gobierno ferozmente represivo, plagado de violaciones a los derechos humanos. Asesinados, desaparecidos, y encarcelados se contaban por miles. Pinochet, desde el poder del Estado, desde el control férreo de las Fuerzas Armadas emprendió la configuración de una sociedad que se gestionaba económicamente de acuerdo a los postulados neoclásicos; pero políticamente totalitaria. De hecho fueron los discípulos de Friedman los que hicieron el programa de reformas que implementó Pinochet, que fue sustanciado en un documento, conocido como “El ladrillo”.
En el terreno de la realidad, la experiencia chilena mostraba que los planteamientos de los pensadores neoliberales no concordaban con la realidad. La implementación de políticas económicas neoliberales no iba aparejado con más libertades, sino con una dictadura férrea. Friedrich Von Hayek y Milton Friedman asesoraron al gobierno de Pinochet en la implementación de sus reformas económicas y, a la vez, dejaron pasar los aspectos políticos de dicho régimen, no condenándolo.
El neoliberalismo, así, como el marxismo, eran filosofías que aspiraban a convertirse en un sistema social, iban mucho más allá de su afán por explicar el mundo, para intentar transformarlo.
La llegada de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, en Estados Unidos y el Reino Unido, respectivamente, le dio un notable impulso al neoliberalismo, difundiendo su pensamiento económico y su discurso político. El mensaje ideológico que se estructuró puede ser sintetizado de la siguiente manera:
Economía de mercado igual libertad.
Libertad igual democracia.
Socialismo igual totalitarismo.
Totalitarismo igual no libertad.
Socialismo igual no democracia.
El neoliberalismo fue, ahora sí, un proyecto político global, por tanto, dejó de requerir de los teóricos y de los filósofos para recurrir más a los propagandistas. Los éxitos económicos de Reagan y Thatcher, además de su fortalecimiento político en sus países, colocó al neoliberalismo en posición de enfrentar a un marxismo que se debilitaba al compás de la decadencia económica y organizativa de la Unión Soviética.
La Unión Soviética exhibía signos inequívocos de agotamiento, de estancamiento económico y de crisis política desde la década de 1970. A ello se agregó que el aumento vertiginoso en el presupuesto militar norteamericano no pudo ser contestado por el bloque socialista.
Como resultado de la crisis interna, finalmente, en la Unión Soviética se inician las reformas conocidas como “perestroika” y “glasnost”, que condujeron a un relajamiento de los mecanismos de control sobre los países de Europa oriental, llevando, como consecuencia de ello, a la “caída del muro de Berlín”, en 1989. La Unión Soviética entró en una rápida fase de descomposición que llevará a su extinción en 1991.
El desestructuración de la Unión Soviética, impulsó a Estados Unidos a una hegemonía a escala global, indiscutible e incontestable. El neoliberalismo se abrió pasó en América Latina. Salinas en México; Menem en Argentina, Fujimori en el Perú; Chile, que prosiguió con la arquitectura pinochetista, son algunos de los ejemplos más destacados.
Pese a la hegemonía ideológica del discurso neoliberal, en el presente siglo ha ido extendiéndose un discurso cuestionador del modelo clásico de las libertades, entendido como la oposición individuo/ Estado, propuesto por los neoliberales.
Esa nueva ideología, llamada · “progresista” ha cuestionado, abiertamente, la idea de la democracia neoliberal y su asociación con el libre mercado, para poner en el tapete la cuestión de la igualdad, reemplazando las proposiciones del neoliberalismo por las siguientes:
Democracia igual igualdad.
El Estado garantiza la igualdad.
El Estado igual democracia.
Estas proposiciones son defendidas por diversos colectivos y ONGs. Han nacido desde la sociedad civil. El discurso de la igualdad, a través de la presencia y regulación del Estado, ha hecho que sea atractivo y que le brinde un impulso renovador a quienes defendieron estas posturas desde el lado socialista, que se instrumentalizarían a través de políticas públicas. Sin embargo, también las separa del discurso socialista más ortodoxo, al no plantearse la eliminación de la propiedad privada, sino su coexistencia con ella (Garretón, 2012).
La hegemonía del neoliberalismo y de su discurso en América Latina mantuvo su hegemonía durante la década de 1990, pero el chavismo empezó a erosionarla tempranamente (Rodríguez, 2010). La experiencia chavista y el discurso cuestionador del neoliberalismo en países como Ecuador, Bolivia y Argentina han significado experiencias importantes de oposición al neoliberalismo, no solo en el plano teórico, sino también práctico. Mención especial merece el caso de Brasil, el cual desde el ascenso de Lula da Silva, reconfiguró el mapa político sudamericano. La importancia de Brasil como potencia regional-pues su PBI representa el 50% del PBI latinoamericano- y su condición de potencia industrializada, colocó a Lula como uno de los principales soportes del llamado Foro de Sao Paulo, que se convirtió en un espacio de reflexión socialista en el continente y en un referente ideológico para la izquierda latinoamericano. Brasil desde la época de Lula, abandonó algunas de las políticas neoliberales implementadas previamente en Brasil, que había generado un enorme descontento social, reemplazándolas por amplios programas sociales tendientes a disminuir el impacto de la desigualdad en el gigante sudamericano. El peso de la propuesta política de Lula se expresó en el ascenso al mando de Dila Rouseff.
Sin embargo, la caída de Rouseff y la crisis económica venezolana, esta última consecuencia de la reducción del precio internacional del petróleo, debilitaron el liderazgo del Foro de Sao Paulo en el contexto latinoamericano.
La pandemia y sus efectos en las sociedades latinoamericanas
La pandemia del covid19 ha transformado la visión que los latinoamericanos tenemos sobre la relación entre el Estado y la sociedad. Por un lado, ha puesto en evidencia los enormes abismos sociales existentes en las sociedades latinoamericanas, mostrando que la implementación de las políticas neoliberales han profundizado las diferencias sociales.
Aquellas sociedades en las que Estado estuvo ausente, en que las que toda la dinámica de la economía y de la sociedad fue entregada al “mercado” son, precisamente, las que más inequidad han mostrado y menos capacidad para enfrentar la pandemia.
La pandemia puso en evidencia que los “logros” de economías de mercado desreguladas no soportaron la prueba. Incluso, los Estados han resultado tímidos para disponer de todos los recursos necesarios y disponibles en manos privadas, mostrándose incapaz de atender los problemas sociales urgentes.
Ello ha desvirtuado que el presupuesto económico del neoliberalismo, consistente en que una economía de mercado es más eficiente para atender las demandas de la sociedad sea cierto. Precisamente la desregulación, el retroceso y, acaso, la renuncia de los Estados en materia económica provocaron que las demandas sociales no puedan ser atendidas.
Por otro lado, y aunque parezca contradictorio con la incapacidad de los Estados para tomar el control de las economías, por tener sistemas legales que prohíben ello, han optado por restringir libertades fundamentales, como la de libre tránsito y reunión. Ello puede parecer lógico frente a la amenaza del virus. Sin embargo, indica un reconocimiento de la necesidad de los Estados para regular la vida social. Ello es concordante con un pensamiento que desde hace dos décadas viene sometiendo a crítica al pensamiento liberal. La desconfianza con respecto del otro, ante la posibilidad de que pueda estar contagiado lleva a buscar en el Estado la reglamentación y observancia de la vida social.
Conclusión
La implementación de las políticas neoliberales, sustentadas en la individualidad y en el rechazo del Estado, se ha mostrado incapaz de responder a desafíos sociales. El “mercado” no ha hecho sino mostrar que es ineficiente en la asignación de recursos. La salud y la educación han sido, acaso, los sectores que más claramente han mostrado ello. Miles de personas no han accedido al sistema sanitario. Millones de estudiantes tampoco al sistema educativo, como consecuencia de la brecha tecnológica. Todo ello en el marco de la renuncia del Estado a regular la vida social.
De esta manera, la relación entre el individuo y Estado, a propósito de la pandemia, se ha mostrado como necesariamente complementaria. Ello demuestra que la crítica que el neoliberalismo hizo de la intervención y regulación estatal como totalitarismo se ha mostrado insustancial y meramente ideológica.
La pandemia, en suma, ha mostrado que en el terreno de la práctica, de la realidad, los presupuestos sobre los que se ha sustentado el neoliberalismo no responden a los desafíos y los problemas concretos que enfrentan los pueblos latinoamericanos.
Bibliografía
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Vergara, J (2015) Mercado y sociedad. La utopía política de Friedrich Von Hayek. Bogotá: Corporación Universitaria Minuto de Dios. Centro de Pensamiento Humano y Social.
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Rodríguez, P. Venezuela: del neoliberalismo al socialismo del siglo XXI. En: Política y Cultura, otoño 2010, núm. 31, pp. 187-211. Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/pdf/polcul/n34/n34a9.pdf
Spencer, H (2019) El hombre contra el Estado. Madrid: Unión Editorial.
Von Misses, L (1986) La acción humana. Un tratado de economía. Madrid: Unión Editorial.
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