Eduardo Jesus Chocano Ravina, Estudiante de derecho en la Universidad de Lima y Filosofía en la Universidad TECH.
Correo-e: ejchocano@gmail.com
“Creo que el diablo no existe, pero el hombre lo ha creado, lo ha creado a su imagen y semejanza” (Dostoyevski)
Resumen:
La sociedad dice que castiga al corrupto y que no tolera ciudadanos que vayan en contra del bienestar social. En realidad, esto solo se refleja en lo político y si uno actúa deslealmente en búsqueda de su beneficio personal, regido por sus antivalores, se le ve como un ser inteligente y quien actúa en base al bien común, en base a valores, resulta rechazado. El siguiente artículo busca explicar por qué la corrupción es cotidiana entre las personas. Esto por medio de comprender que significa la palabra corrupción, finalizando con una posible solución al problema presentado.
Palabras claves: Corrupción, sociedad, valores, antivalores, egoísmo.
Abstract:
Society says that it punishes the corrupt and that it does not tolerate citizens who go against social welfare. In reality, this is only reflected in the political and if one acts disloyally in search of one's personal benefit, governed by his anti-values, he is seen as an intelligent being and whoever acts based on the common good, on the basis of values, is rejected. The following article seeks to explain why corruption is common among people. This is by understanding what the word corruption means, ending with a possible solution to the problem presented.
Keywords: Corruption, society, values, anti-values, selfishness.
¿De qué hablaremos?
“Noticia de último minuto: Se encuentra al Presidente del Estado X con siete casas nuevas adquiridas durante el primer año de su mandato. Dice que recibió todo de una herencia de su abuela”. “Flash informativo: Hijo del Alcalde es encontrado con fajos de dinero debajo de su cama. Se indigna ya que afirma que la policía allanó su casa porque le tienen envidia”. Noticias como las anteriores se presentan diariamente, en especial si vives en Latinoamérica. Es corrupción, decimos con tranquilidad y seguimos con nuestras actividades. ¿Cómo llegamos a este punto?
Con el fin de lograr dar respuesta a esta cuestión, en primer lugar, se describirá en que consiste la corrupción y su permanencia en la sociedad actual. Luego, se analizará el egoísmo como característica básica de las sociedades. Posteriormente, se explicará cómo este egoísmo resulta la base para la permanencia de la corrupción en la sociedad por medio del análisis de la aceptación de la misma por los ciudadanos. Finalmente, se buscará una manera de solucionar esta situación, si es que acaso es posible.
¿Qué es corrupción?
Informalmente, la corrupción solo se considera cuando los funcionarios de los cargos públicos importantes se llevan dinero perteneciente al Estado o reciben dinero de empresas o entes externos con el fin de enriquecerse. Las marchas políticas son la mejor muestra de esto. Gritos de “muerte a los corruptos”, “quemen el Congreso”, “vacancia presidencial”, y similares son muestra de cómo la corrupción se concentra en el campo político según el pueblo. Marchas ocurren en países de todos los continentes. Cada una con sus cánticos propios compartiendo una misma meta contra el gobierno.
Sin embargo, el significante “corrupción” posee varios significados. La RAE brinda cuatro posibles, de los cuales surcan desde la descomposición, corromper a alguien o a uno mismo, deterioro de los valores y la utilización indebida de las funciones de un cargo público (Real Academia Española, 2021). Los dos últimos son los que nos interesan. El primero pues resulta el punto de partida del análisis. El segundo es la corrupción que buscamos comprender.
La corrupción como deterioro de los valores tiene dos elementos de análisis: Deterioro y valores. El deterioro es un concepto utilizado mayormente en el campo de la administración, las finanzas y la economía. Escuchamos como se deterioró el vehículo o las acciones de una empresa. Esto lleva a entender que deterioro es la pérdida de valor.
Ahora pasamos al segundo elemento, el valor significa algo que es apreciado. Es valioso un buen reloj o una gran casa, económicamente hablando. Pero, en esta oportunidad buscamos hablar respecto al valor de las personas. Ya no estamos en las épocas pre contemporáneas en las cuales se podían comprar personas como esclavos. Los sujetos, actualmente, cuando se refieren a los valores de una persona se refieren a las ideas que sigue en su forma de vida.
Igualdad, equidad, solidaridad, amor, tolerancia y compromiso son algunos de los valores positivos que se buscan en la sociedad. Los cuales resultan ser las máximas que los ciudadanos deberían seguir. Roberto Casales García, filósofo, entiende a la máxima de la siguiente manera: “ (…) la máxima es la unidad de sentido que constituye el núcleo de toda genuina acción racional” (Casales García, 2013).
Entendemos entonces que nuestras acciones como sujetos pensantes provienen de un valor. Si regalamos un sol a un desamparado, es por qué el valor amabilidad originó dicha acción. Los valores no son todos beneficiosos para la sociedad. Así como existe alguien bondadoso existe un despiadado. Desde el sujeto que regala una bolsa de pan por ver sonreír a quien lo recibe, a otro sujeto que su felicidad proviene de quitarle el pan a quien no tiene.
Conocer que existen valores positivos como “negativos” que terminan generando máximas en los individuos es la base para comprender qué es la corrupción. Una definición práctica es que la corrupción es un conjunto de valores negativos que son la máxima que guía a un individuo a buscar provecho de los demás usando como medio la posición en la que se encuentre. El primer pensamiento que viene es el de los políticos robando el dinero del pueblo o gerentes adueñándose del sueldo de sus empleados. Los cuales son buenos ejemplos. Sin embargo, cualquier persona está en capacidad de ser corrupta.
La corrupción de cada día
En el momento que recoges un boleto de bus y lo haces pasar como tuyo estas siendo corrupto. La probabilidad que el cobrador recuerde que pagaste es mínima. Suben y bajan pasajeros a lo largo de su jornada laboral de 12 horas. Sabes que te creerá si le muestras un ticket diciendo ya pagué.
El pasajero aprovecha su situación de consumidor y de ser uno entre varios para evitar el pago. Esta acción tiene como “valores” principales egoísmo y egocentrismo. Ya que, el corrupto solo busca beneficiarse a sí mismo sin importarle cómo terminará el afectado. Ese pasaje podría significar parte del pago de la renta de su casa o los panes del próximo desayuno.
A lo largo del artículo se recalcó con comillas la palabra negativo y valor. Esto se debe a que en realidad el egoísmo no es un valor; es un antivalor. Bernando Sosa, filósofo panameño, entiende a los antivalores como todo lo que desagrada a las personas, aquello que va en contra de la dignidad humana (Sosa, 2017). Cada valor tiene su contraparte conocida como antivalor. Sin embargo, no necesariamente un sujeto debe tener un valor para tener el antivalor correspondiente.
Se supone que los antivalores deben ser rechazados y premiar a quienes sigan los valores. La valentía se premiaría y se castigaría al cobarde. No obstante, el valiente termina muerto y el miedoso sigue con vida. En la Ilíada, Héctor decide enfrentarse “al de los pies ligeros” Aquiles. El mejor soldado troyano contra el “inmortal” rey de los mirmidones. El resultado: Héctor derrotado y su cadáver siendo arrastrado alrededor de la muralla troyana para que todos los ciudadanos puedan ver la humillación de su líder.
Por otro lado, ¿quién sobrevivió a la Guerra de Troya y terminó matando al poderoso Aquiles? Paris fue el hombre que se escondió dentro de la fortaleza troyana toda la batalla, que evitó conflictos directos en cada combate, que abusó de la confianza del rey espartano con el fin de enamorar a Helena. El cobarde logró lo imposible, disparó una flecha que culminó con la vida del máximo guerrero de la historia griega, Aquiles.
Por culpa del guiado por los antivalores, ocurrió la destrucción de una civilización entera. Los troyanos prefirieron proteger a uno de los suyos que actuar en base a los valores correctos como la fidelidad y la honradez. Premiaron con protección al canalla, culminando en la muerte del valeroso.
En la actualidad ocurre lo mismo, tomemos de ejemplo el caso del ex presidente de EE.UU. Donald Trump. Rubén Perina, analista internacional, publicó un artículo en el cual coloca algunos de los adjetivos más utilizados para describir al ex mandatario por los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales. Los cuales son:
Agresivo, “bully,” autoritario, abusivo, caótico, errático, inestable, impetuoso, corrupto, deshonesto, “jerk”, mezquino, amoral, dictador, irrespetuoso de normas y de instituciones, gánster, temerario, imprudente, irresponsable, el peor presidente de la historia moderna e indigno de ser presidente, peligroso, incompetente, inepto, difamador, divisivo, polarizante, egocéntrico, narcisista, arrogante, pedante, delirante, ignorante, inmodesto, insultante, vulgar, rudo, misógino, mentiroso, mendaz, repugnante,
racista, supremacista, xenofóbico. (Perina, 2020).
En esta lista desarrollada por Perina, observamos que todos los adjetivos son negativos. Antivalores como rudo, misógino, peligroso, mentiroso, por nombrar algunos, se hacen presentes. Lo cuestionable es: ¿Cómo un señor como Trump llegó a ser presidente si es que el voto es voluntario y democrático en EE.UU.?
Sencillo, la población no se fija en lo negativo de su persona. En realidad, resaltan otros aspectos de Trump como el gran empresario, el hombre de negocios y el conquistador de mujeres. Los votantes no se fijan en lo malo del candidato ya que el país no se ve influenciado por ello. Prefieren a un hombre que tratará a EE. UU como una empresa con el objetivo de maximizar sus beneficios antes que a un humanitario altruista que no domina el manejo de los recursos del Estado.
¿Por qué se premia al guiado por los antivalores?
El egoísmo como base de la sociedad actual
El ritmo es acelerado. Los individuos no tienen tiempo para dedicarlo a pensar en terceros lejanos de sus temas prioritarios. El poco tiempo disponible se dedica a los seres queridos y al crecimiento personal. ¿Por qué me serviría ayudar a X si no me devolverá el favor?
Pensarán que es falso y que existen sujetos que buscan apoyar al resto sin beneficio alguno. Los voluntariados, por ejemplo. Reúnen a un conjunto de personas con el fin de realizar labores al servicio de la comunidad. En realidad, son guiados por su egoísmo. Detrás de la acción social se encuentra un certificado de agradecimiento, conocer nuevas personas o el reconocimiento social por la actividad realizada.
El egoísmo definido por la RAE tiene dos significados, de los cuales utilizaremos el primero, que dice: “Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás” (Real Academia Española, 2021).
El excesivo amor a uno mismo resulta el motor del accionar. Incluso la teoría de la psicología del egoísmo psicológico defiende la idea que todos los motivos que tiene el hombre para actuar se basan en nuestros intereses (Trejo Vega, 2012). El egoísmo como motor del accionar humano proviene desde que el hombre existe. La supervivencia motiva que uno busque todo lo necesario para subsistir.
Arthur Schopenhauer, filósofo alemán del siglo XIX, plantea lo siguiente respecto al egoismo:
El egoísmo es ilimitado conforme a su naturaleza: el humano quiere incondicionadamente conservar su propia existencia, quiere estar libre de dolores, entre los que se cuentan toda carencia y privación, quiere la mayor suma de bienestar y quiere todo el placer del que es capaz para lo cual busca desarrollar, en cuanto le es posible, nuevas capacidades de goce… cada uno se convierte a sí mismo en el centro del universo, lo relaciona todo consigo mismo y todo cuanto ocurre, incluso los más grandes cambios en los destinos de los pueblos, los relaciona siempre y en primer lugar con su propio interés (Schopenhauer, 1840, como se citó en Carrillo, 2007).
Idea planteada hace más de cien años que subsiste en la actualidad. El propio interés define como actuaremos. Situación que se vuelve el campo de cultivo perfecto para la corrupción. Después de todo, debo satisfacer mis necesidades con el fin de llegar al máximo grado de bienestar posible. Esta idea se refleja tanto en los políticos como en los ciudadanos del día a día.
¿Se puede hacer algo?
La respuesta es sí. Sonará un cliché lo que expondré, la solución se encuentra en los más jóvenes guiados por unos cuantos viejos que decidan enseñar valores. El cambiar las máximas guiadas por los antivalores en la población adulta no es posible. Un hombre ya formado, a menos que ocurra un hecho trascendental que lo haga cambiar, mantendrá sus ideas hasta el momento que muera.
Por lo que las juventudes resultan la población perfecta para lograr el cambio. Lo complicado resulta en encontrar a los encargados de educarles. Los actuales adultos ya forman parte del mundo corrupto. Se necesita hallar a las excepciones, a quienes aún sientan felicidad al apoyar al desprotegido y que entiendan que el mundo son todos y no solo uno.
La enseñanza es la herramienta del cambio social. Uno inculca valores con la meta que los enseñados las practiquen. Fernando Savater opina que la educación brindada por la familia funciona por medio del ejemplo (Savater, 1997). Los representantes de la autoridad familiar tienen el deber de educar basados en la honestidad, honradez, fidelidad, lealtad y demás valores que van en contra de la vida en corrupción.
Una formación en valores desde la familia permite ciudadanos no corruptos. Es un trabajo a largo plazo y depende de una interconexión entre los diversos campos de la vida en sociedad. Cuando una familia honrada se enfrenta contra una sociedad negada a cambiar, el resultado es evidente. Sin embargo, si el colegio premia al formado en valores y castiga al irrespetuoso, se fomenta la lucha contra la cultura corrupta.
Conclusión
Donde hay un Judas, hay un Jesús. Donde un Pilatos se limpia las manos y decide alejarse de los problemas del resto, una María Magdalena llora el sufrimiento humano y se lamenta el no poder solucionarlo. La corrupción se presenta históricamente desde los primeros gobernantes colocando en los cargos de poder a sus amigos y familiares antes que a los merecedores del cargo. Continua con la llegada del sistema monetario y hasta la actualidad continúa enraizada en las personas.
Los antivalores son lo aceptado socialmente y se le trata de extraño a quien profesa valores. El instinto de supervivencia llevó a que el egoísmo sea la base de la vida del hombre. El propio bienestar es el eje del accionar. Si no resulta beneficioso para uno, ¿por qué habría de hacerlo?
Al final, no todos seremos Mahatma Gandhi o Teresa de Calcuta para dedicar la vida a proteger al prójimo. No tenemos que ser ellos en realidad. Con que no pises el billete que se acaba de caer para evitar devolvérselo al del frente ya se progresó. Un buen ejemplo de actuar basado en valores es todo lo que se necesita para combatir la corrupción.
Referencias bibliográficas:
Carrillo Castillo. L. (2007). Schopenhauer: sobre individuos y sociedad. http://www.scielo.org.co/pdf/ef/n37/n37a06.pdf
Casales García, R. (2013). La "máxima" como base de la acción en la filosofia práctica de Kant. Universitas Philosophica(61), 241. http://www.scielo.org.co/pdf/unph/v30n61/v30n61a12.pdf
Real Academia Española. (2021). Corrupción. En Diccionario de la Lengua Española (edición del Tricentenario). https://dle.rae.es/corrupci%C3%B3n
Real Academia Española. (2021). Egoismo. En Diccionario de la Lengua Española (edición del Tricentenario). https://dle.rae.es/ego%C3%ADsmo
Savater, F. (1997). El valor de educar. Ariel S.A. Obtenido de https://www.ivanillich.org.mx/Conversar-educar.pdf
Sosa, B. (18 de setiembre de 2017). Catedra Carlos Llano . Obtenido de Valores y antivalores: https://www.carlosllanocatedra.org/blog-familia-y-sociedad/valores-y-antivalores
Schopenhauer, A. (1840). Über die Grundlage der Moral. 727.
Trejo Vega, E. (2012). Reflexiones sobre el egoísmo psicológico (Ensayo). nóesis, 114.
Perina, R. (02 de noviembre de 2020). Los adjetivos sobre Trump. Perfil. Obtenido de https://www.perfil.com/noticias/opinion/ruben-perina-adjetivos-sobre-trump.phtml
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