Miguel Angel Aldhair Alvarez Guido
Egresado de Filosofía, Universidad Nacional Federico Villarreal
Correo-e: aldhphi@gmail.com
Imagen por la periodista Paloma Chen
contra la discriminación por el COVID-19
Resumen: El presente artículo es un esbozo de una futura investigación en torno a la relación entre el miedo y la solidaridad. Se plantea el miedo como elemento facilitador del surgimiento de valores solidarios y colectivos en una suerte de injerto. La postura conlleva a concebir a la solidaridad como un valor racional al que la sociedad tiene que anhelar para convivir en tranquilidad, al menos la mayor parte del tiempo. El miedo entraría allí donde la educación no puede por sí sola. Esto se enmarca en medio del acontecer pandémico que ayuda a desvelar el comportamiento humano en crisis, en su irracionalidad, lo que nos permite repensar conceptos como el autoritarismo, no desde el Estado, en cuanto a su aplicación en nuestra sociedad altamente individualista.
Palabras clave: miedo, solidaridad, pandemia, autoritarismo, comunidad.
Abstract: The present paper is an outline of a future investigation about the relationship between fear and solidarity. Fear is considered as a facilitating element for the emergence of solidarity and collective values in a sort of graft. The posture leads to conceive of solidarity as a rational value that society has to yearn for to live in tranquility, at least most of the time. Fear would enter where education cannot by itself. This is framed in the midst of the pandemic event that helps to reveal human behavior in crisis, in its irrationality, which allows us to rethink concepts such as authoritarianism, not from the State, regarding their application in our highly individualistic society.
Keywords: fear, solidarity, pandemic, authoritarianism, community.
El miedo es una emoción originaria del ser humano que, muy aparte de sus efectos fisiológicos y psicológicos, ha impulsado a asociarnos con otros en función a un enemigo en común. Esto nos recuerda a Hobbes, para quien "la razón y el Estado no se fundan, en términos positivos, sobre el principio de autoconservación, sino [...] sobre una pasión negativa, el miedo a la muerte violenta". (Bodei, 1995, pp. 83-84) Pero si no nos deja conforme los planteamientos de Hobbes, se puede traer a colación las afirmaciones de Rousseau, para quien el hombre en estado de naturaleza percibe una autosuficiencia tal que no necesita asociarse a menos que surjan nuevas circunstancias, dando paso a requerir "de la colaboración de los demás para resolver las dificultades que le impone la naturaleza" (Fernández, 2015, p. 97). Aún así, si hallamos el factor importante en ambos planteamientos, damos cuenta que la asociacion se da de todas maneras por miedo, tanto si es miedo al otro, como si es miedo a lo otro (la naturaleza). A pesar de ello, ronda constantemente la premisa de ¿por qué nos cuesta asociarnos?
Al sentir miedo y ubicar al enemigo como común a todos, se torna normal agruparse en torno a él para enfrentarlo. Tal es la esencia de la asociación, por ello existen sindicatos, comités vecinales, rondas campesinas, etc. Pero cuando no existe enemigo en común nos individualizamos, esto debido a que el miedo deja de ser el miedo de los otros para devenir en el propio miedo.
Pareciera que hemos caído en una especie de estado de naturaleza de nuevo tipo basado en el discurso de éxito personal y competitividad reproducido por el modelo económico actual, en donde las relaciones han caído y han sido reemplazadas por conexiones, según afirmaba Zygmunt Bauman (2005) en Amor Líquido. En este caso el otro es enemigo, el otro puede dañarnos, pero no necesariamente física, sino interna, esto es, dañar nuestros deseos, obstaculizarlos. En ese sentido, el miedo obtiene su primacía en el yo, todos somos el enemigo de otro y lo común se quiebra.
En este tiempo pandémico casi nada ha cambiado, la dinámica es la misma. Nuestro miedo es conmovido por los medios de comunicación tradicionales que utilizan recursos sensacionalistas para provocar el consumo de noticias. No es coincidencia que casi todos los noticieros y medios digitales solo muestren cifras de contagios y muertes, pero casi nada sobre los recuperados ni los índices de letalidad. Nos encontramos en constante estado de alarma ante un discurso bélico de "guerra contra el enemigo invisible".
Se podría objetar que si ya ubicamos un enemigo en común ¿por qué seguimos sin asociarnos?
Según Achille Mbembe, se ha democratizado el poder de matar y el confinamiento es una forma de regular ese poder. (Folhapress, 2020) Por lo tanto, el cuerpo deviene en arma y nos convertimos en amenaza explícita, sin embargo el otro también y, por ende, le tenemos miedo. El otro no tiene el virus, es el virus.
Pero si por un lado morimos a causa del Covid-19, por el otro, de hambre. Muchas personas viven del trabajo informal que sostiene la economía nacional. Estas comienzan a sentir los efectos de la escasez economica y del aburrimiento, surgen el colapso emocional y la desesperación por satisfacer sus necesidades internas.
La sociedad se polariza, un grupo rechaza al grupo que sale y emerge el ciudadano policia (Svampa, 2020) que no tiene reparos en legitimar las medidas represivas del actual estado de excepción aplaudiendo los excesos y acusando al vecino; a esto hay que sumarle que sus miedos son conmovidos por las cifras en aumento de contagios y que los medios de comunicación, así como el Estado mismo, logran ejercer una suerte de redireccionamiento de la culpa hacia el ciudadano. A consecuencia, ningún grupo logra reconocer las deficiencias del sistema y el sector público; perciben el efecto, más no la causa. La guerra no es contra el virus, es contra nosotros, contra el virus de cada uno y el hambre de cada uno.
En este escenario se agudiza el individualismo. Enfrentamos al humano en su irracionalidad. Por ello, el filósofo Byung-Chul Han (2020) se mostró preocupado por la época pospandémica, según él, el virus no genera un sentimiento colectivo fuerte, nos individualiza, cada quien busca su propia supervivencia. Por ello enfatizamos que solo la solidaridad nos salvará, como diría Franco Berardi (2020). El problema es ¿cómo? Está claro que el sector educativo está encargado de moldear una sociedad solidaria y colectivista, pero ¿cómo se le pide a la gente ser solidaria bajo un sistema que predica el discurso de éxito personal y competencia antes que el de desarrollo comunitario y cooperación? Incluso un discurso emitido desde las escuelas y demás instituciones que, como afirmó Althusser (2003) en Ideología y aparatos ideológicos del Estado, se encargan de reproducir el "sometimiento a la ideología dominante o de la práctica de esta" (p. 15).
Entonces, ¿nos queda imponer la solidaridad? O quizás será necesario direccionar nuestros miedos, ubicar al enemigo como común a la mayoría y no como de cada uno, volverlo público y concerniente a todos. Que, de cierta manera, el miedo coaccione al ejercicio de la solidaridad en tanto miedo a brotes de acciones negativas e individualistas, y miedo a la exclusión y castigo. En otras palabras, que se asuma la inferioridad del individuo frente a la comunidad que, para estos casos especiales de hiperindividualismo, se ha de volver panóptica y autoritaria, pero sin perder sus elementos democráticos. Es una suerte de autoritarismo popular, no como la que expresa César R. Sanjuán sobre Stuart Mill (2014) y la opresión social [1], ni mucho menos la tiranía de la mayoría que criticaba Alexis de Tocqueville (2006, p. 257), en este caso, la comunidad ejerce como autoridad moral que, a manera de injerto, impone la solidaridad a la par que busca sembrarla con la enseñanza hasta volverla hábito. Coacción y educación trabajando de la mano desde cimientos verticales de la sociedad de abajo hacia arriba.
De todos modos, hace falta reconocer lo que afirmaba Jorge Riechmann (2020) en cuanto al tercer negacionismo: vivimos negando que necesitamos cambios radicales, profundos y rápidos.
Sentenciamos: ¿Qué mayor grado de racionalidad que la solidaridad?
Notas
[1] El libro Sobre la libertad en la edición consultada fue tomada de Google Books con formato EPub, razón por la cual no posee página, pero Sanjuán utiliza el término "autoritarismo popular" en el apartado "el principio de la libertad" del mencionado libro.
Fuentes consultadas:
Althusser, L. (2003). Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Freud y Lacan (Primera ed.). Buenos Aires, Argentina: Nueva Visión.
Bauman, Z. (2005). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos (Primera ed.). Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.
Berardi, F. (2020, marzo 31). Beyond the Breakdown: Three Meditations on a Possible Aftermath. Recuperado de https://conversations.e-flux.com/t/beyond-the-breakdown-three-meditations-on-a-possible-aftermath-by-franco-bifo-berardi/9727
Bodei, R. (1995). Geometría de las pasiones. Miedo, esperanza, felicidad: filosofía y uso político (Primera ed.). Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.
Fernández, J. F. (2015). Hobbes y Rousseau. Entre la autocracia y la democracia (Primera ed.). Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.
Folhapress. (2020, marzo 31). Pandemia democratizou poder de matar, diz autor da teoria da ’necropolítica [Entrevista a Achille Mbembe]. Recuperado de https://gauchazh.clicrbs.com.br/politica/noticia/2020/03/pandemia-democratizou-poder-de-matar-diz-autor-da-teoria-da-necropolitica-ck8fpqew2000e01ob8utoadx0.html
Han, B.-C. (2020, marzo 22). La emergencia viral y el mundo de mañana. Recuperado de https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html
Mill, J. S. (2014). Sobre la libertad [EPub]. (C. R. Sanjuán, Trad.). Recuperado de https://books.google.com.pe/books?id=h2g8DwAAQBAJ&lpg=PP1&hl=es&pg=PP1#v=onepage&q&f=false
Riechmann, J. (2020, marzo 26). La crisis del coronavirus y nuestros tres niveles de negacionismo. Recuperado de https://theconversation.com/la-crisis-del-coronavirus-y-nuestros-tres-niveles-de-negacionismo-132020
Svampa, M. (2020, abril 2). Reflexiones para un mundo post-coronavirus. Recuperado de https://www.nuso.org/articulo/reflexiones-para-un-mundo-post-coronavirus/
Tocqueville, A. De (1957). La democracia en América (Segunda ed.). (L. R. Cuellar, Trad.). Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.
Muy interesante el tema
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